Analistas 17/02/2014

Desempeño educativo de Colombia: pruebas Pisa de 2013

Sergio Clavijo
Prof. de la Universidad de los Andes

Infortunadamente, Colombia volvió a figurar entre los países de mayor rezago académico, ubicándose en el puesto 62 en el área de matemáticas, en la posición 57 en lectura y de 60 en conocimientos de ciencias. Y, nuevamente, los países asiáticos se destacaron como los de mejor desempeño, especialmente Shangai-China, Singapur y Hong Kong-China. Pero lo más triste es que, inclusive frente a América Latina, Colombia se encuentra estancada en las posiciones más bajas, tan sólo superando a Perú, que ocupa la última posición en esta muestra que incluyó a nueve países de la región. Veamos con mayor detalle los pobres resultados de Colombia y sus implicaciones. 

En el campo de las matemáticas, Colombia tuvo un puntaje de 376. Esto implicó una mejoría de sólo 1,1 puntos anuales promedio en el período 2009-2012. Tal estancamiento contrasta negativamente con los progresos observados en la región: Chile (+1,9), México (+3,1) y Brasil (+4,1).

El bajo rendimiento del país a nivel en matemáticas es aún más preocupante si se analiza con cuidado la distribución relativa de estos resultados. Por ejemplo, un 74% los estudiantes colombianos evaluados se ubicaron por debajo del nivel 2 (low achievers), lo cual implica que el grueso de los estudiantes son incapaces de aplicar fórmulas y procedimientos matemáticos simples (usando las cuatro operaciones básicas) para resolver problemas básicos, similares a los que encontrarán en el día a día. La experiencia internacional indica que los estudiantes de bajo desempeño (nivel 2 o inferior) tendrán serios problemas para avanzar en sus estudios ulteriores (culminación del bachillerato y/o continuación universitaria). Triste reportar que en los países Ocde, club al cual aspira a entrar Colombia, el porcentaje promedio de low achievers es tan solo de 23%; inclusive las porciones de bajo desempeño resultan preocupantes en los casos de Chile (52%) y de México (55%), pero lo de Colombia es verdaderamente vergonzoso (74%!!!). La administración Santos se ha limitado a registrar estos lamentables resultados, pero sin verdaderamente tomar cartas en el asunto, mientras Fecode continúa reinando con el status quo.

En el nivel de comprensión de lectura, Colombia obtuvo un puntaje de 403, reportando algo de progreso (+3 puntos promedio anuales) frente a resultados de 2009. Pese a estos avances, la brecha entre Colombia (403) y sus no-pares es abismal pues el promedio de la Ocde es de 496, mientras que Chile (441), México (424) y Brasil (410) nos sacan significativa ventaja. En este frente de lectura, la porción de estudiantes colombianos que se ubica por debajo del nivel operativo mínimo (nivel 2) también es elevado, pues llega a 51%. Así, la mitad de nuestros estudiantes no entienden lo que leen en español; podrán decir que distinguen el abecedario, pero no saben lo que él dice!!! ¿Cómo pensar en volverlos bilingües (la obsesión del momento) si todavía no dominan lo más básico del idioma español?

En conocimientos de ciencias, el puntaje de los estudiantes colombianos se incrementó en 1,8 puntos durante 2009-2012, llegando a 399. Pero un avance tan mínimo no resulta estadísticamente significativo. Sólo Brasil logró un cambio significativo en este frente (+2,3 puntos anuales en promedio). Nuevamente, un 56% de los estudiantes colombianos se ubicó por debajo del básico (nivel 2), lo cual significa que la mitad de nuestros jóvenes son incapaces relacionar resultados científicos elementales con lo que ocurre en sus vidas diarias. 

Durante la última década, los diferentes gobiernos han tratado de minimizar estos desastrosos resultados en calidad educativa a través de enfatizar los simples incrementos en cobertura neta, pasando de 84% a 88%. Anif ha venido mencionando que para lograr un avance en este sentido es fundamental acabar con las dobles jornadas escolares, implementando la jornada única (8:00 a.m. a 4:00 p.m.). A pesar de que existe evidencia sólida a favor de los positivos efectos de la jornada-única, en Colombia solo 18% de los jóvenes en escuelas públicas disfrutan de dichos potenciales beneficios.  La evidencia también sugiere que no basta con incrementar las horas escolares, también se requiere incrementar la calidad de los docentes. 

¿Será que algunas de las campañas electorales, así sea a nivel programático y de PowerPoint, se preocupará por plantear soluciones serias e implementables, en el horizonte 2014-2018, a esta pobre calidad educativa que tenemos en Colombia?