Analistas 28/09/2018

Financiamiento Pyme en Colombia: diferencias regionales

Sergio Clavijo
Prof. de la Universidad de los Andes

Con la colaboración de Alejandro Vera y Juan Diego Londoño

El pasado 2 de agosto se divulgaron los resultados de la Gran Encuesta Pyme (GEP) Anif, correspondientes al primer semestre de 2018. Así, la GEP completó 25 lecturas semestrales (2006-2018) a nivel nacional y ocho mediciones anuales a nivel regional, llegando hasta 15 regiones donde se incluyen los resultados para las cinco principales ciudades del país (Barranquilla, Bogotá, Bucaramanga, Cali y Medellín).

La encuesta fue realizada en marzo-junio de 2018 por la firma Cifras & Conceptos, cubriendo la opinión de 1.791 empresarios Pyme a nivel nacional y de 3.676 a nivel regional, en los sectores de industria, comercio y servicios.

Una forma de sintetizar dichos resultados es a través del Indicador Pyme Anif (IPA). Este resume el clima económico de las Pyme mediante la comparación de: i) el índice de la situación económica actual; ii) el volumen de ventas; iii) las expectativas de desempeño; y iv) las expectativas de ventas (ambas para el siguiente semestre).

En esta ocasión el IPA nacional se recuperó frente a la medición anterior (61 vs. 54 de seis meses atrás), regresando al plano de “buen” desempeño económico.

La recuperación de las percepciones de las Pyme a nivel nacional estuvo en línea, en gran medida, con el desempeño macroeconómico de los sectores que concentran una alta proporción de estas empresas en el país en el primer semestre de 2018 (ver comentario Económico del Día 9 de agosto de 2018).

Sin embargo, al margen del ligero repunte económico del país (y de las Pyme según el IPA) se encuentran preocupaciones por el ciclo de deterioro crediticio.

En este frente, a los malos indicadores de rentabilidad de los bancos (RoE cercano al 11,5% a corte de junio de 2018 vs. 15,6% promedio de 2010-2015), se suma un cúmulo de provisiones extraordinarias (bordeando casi los $6 billones durante 2017, resultantes de malos negocios en Ruta del Sol II-III, transporte masivo y Electricaribe) y un deterioro de la calidad de la cartera (cartera morosa/cartera total) llegando a niveles de 5% al corte de junio de 2018 (superando los niveles de 4,8% observados en la crisis de Lehman), ver Informe Semanal No.1394 de enero de 2018. Dicho lo anterior, resulta entonces relevante analizar cuál ha sido el comportamiento del financiamiento para las Pyme del país en este ciclo crediticio.

Según la GEP de 2018-I, las Pyme no han reflejado una menor intención de solicitud de crédito, aunque dichas solicitudes siguen mostrando que menos de la mitad de las Pyme accede a crédito formal.

En efecto, los niveles de solicitud se mantuvieron cerca de 40% del total de empresarios Pyme a nivel nacional en el segundo semestre de 2017 (en línea con el promedio histórico).

Estas solicitudes fueron levemente mayores al agregado nacional en las ciudades de Bogotá (47%), Cali (47%) y Medellín (45%), mientras que Barranquilla (40%) se situó en el promedio nacional y Bucaramanga (38%) registró valores inferiores (ver cuadro adjunto).

Respecto a las tasas de aprobación de dichas solicitudes, estas descendieron hacia 92% del total de empresarios Pyme durante el segundo semestre de 2017 (vs. aprobaciones de 96% en el segundo semestre de 2016, aunque con el atenuante de ser todavía históricamente elevadas).

Allí, las ciudades que presentaron un nivel de aprobaciones superior al promedio nacional fueron Bogotá (96%), Medellín (95%), Cali (95%) y Bucaramanga (93%), mientras que en Barranquilla (91%) dichas aprobaciones fueron inferiores al promedio nacional.

La satisfacción de los empresarios Pyme respecto al monto aprobado de sus solicitudes fue similar en el último año (89% en 2017-II vs. 90% de un año atrás), lo que refleja que el sistema financiero sigue cubriendo ampliamente la demanda de los empresarios Pyme.

Las ciudades en donde se presentó una mayor satisfacción (respecto al agregado nacional) fueron: Bucaramanga (95%) y Medellín (93%), mientras que las ciudades de Cali (88%), Barranquilla (87%) y Bogotá (85%) se mostraron menos satisfechas que el promedio nacional con el monto recibido.

Por su parte, la satisfacción con respecto a la tasa otorgada fue de 63% en el agregado nacional en 2017-II cayendo de 70% de un año atrás, en contravía de lo actuado por el Banco de la República que redujo 350 pbs su tasa repo entre diciembre de 2016 y abril de 2018.

Allí las ciudades que mostraron una mayor satisfacción con la tasa de interés fueron Barranquilla (72%) y Bucaramanga (69%), mientras que Bogotá (60%), Medellín (58%) y Cali (56%) estuvieron por debajo del agregado nacional.

Los recursos obtenidos por crédito se destinaron principalmente a financiar el capital de trabajo (62% de los empresarios a nivel nacional durante 2017-II vs. 61% en 2016-II), evidenciando la preferencia de las Pyme por recursos de corto plazo. Las principales ciudades del país siguieron esta tendencia.

En concreto, las ciudades donde las Pyme más centraron sus recursos en capital de trabajo fueron Bucaramanga (64%) y Cali (64%), seguidos por Barranquilla (59%), Bogotá (58%) y Medellín (52%).

Finalmente, la principal razón expuesta por las Pyme para no solicitar crédito fue que no lo necesitaban (73% del total de empresarios en 2017-II vs. 77% en 2016-II). Nuevamente, dicho comportamiento se mantuvo a nivel regional, aunque con mayor intensidad en cuatro de las cinco principales ciudades
del país. En efecto, Barranquilla (83%) y Cali (83%) fueron las más reacias a pedir crédito por la no necesidad de este, seguidas por Medellín (81%) y Bogotá (80%). En cambio, Bucaramanga (68%) se ubicó levemente
por debajo del promedio nacional.

En síntesis, el ciclo de deterioro crediticio no parece haber repercutido significativamente en el financiamiento de las Pymes de Colombia. Aunque hay un leve deterioro coyuntural en materia de aprobación de montos y satisfacción con las tasas de interés en el último año, se mantienen las conclusiones estructurales en materia de financiamiento Pyme: i) bajo
acceso al crédito formal; ii) solicitud de recursos principalmente para el corto plazo (capital de trabajo) en vez de usarlos en temas relacionados con innovación; y iii) renuencia a solicitar créditos por no necesitarlos
(lo que puede evidenciar bajo entendimiento del valor agregado que la deuda le da a un negocio en crecimiento).

En las cinco principales ciudades del país, las conclusiones en materia de financiamiento Pyme son muy similares al agregado nacional, lo que evidencia una reacción similar en todo el país a la política financiera y bancaria, y demuestra que la solución de los cuellos de botella del financiamiento Pyme no requiere necesariamente alternativas de diferenciación regional.

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Comentario económico Anif - Pymes - Colombia