Postura monetaria del Banco de la República
En julio-2025, el Banco de la República, BR, decidió por mayoría (4 votos contra 3) dejar inalterada su tasa repo en 9,25%, prolongado la ansiedad de un mercado que esperaba mayoritariamente una reducción hacia 9% (-25 pbs). Al igual que al interior de la JD-BR, también existía una porción del mercado que veía espacio monetario para haber llevado su repo a 8,75% (-50 pbs), entre quienes me incluyo.
Dado que la inflación subyacente (sin alimentos) al corte de junio-2025 registraba 5% anual, haber llevado la repo a 9% nominal todavía implicaba una postura bastante apretada a 4% real respecto de una “tasa neutral” que el propio BR ha venido estimando en 2,5% real (ver “Monitor de tasa de interés neutral real”, febrero).
Esta tasa real del BR a 4% anual es de las más apretadas en la región, tan solo inferior a 9% real observado en Brasil, y similar a la observada en México (ver gráfico adjunto). Nótese que, por contraste, el Banco Central de Chile ha instrumentado una tasa a 1% real, a pesar de que allí se tienen persistentes déficits fiscales (a 2,2% del PIB) y escalamiento de su relación Deuda Pública Bruta / PIB a 45%. En toda la región bancos centrales que aplican la “estrategia de inflación-objetivo” vienen aduciendo (con algo de razón) la creciente “dependencia fiscal” que les impide buscar tasas reales más neutras, pues deben asegurarse influjos de capital que permitan financiar esos abultados déficits fiscales.
En Colombia, ahora la inflación a julio-2025 da muestras de persistencia cercana a 5% anual, donde repuntó también la inflación de alimentos a 4,95% anual. Con estos registros, lo más probable es que tanto la inflación total como la subyacente (sin alimentos) se ubiquen entre 4,7%-5% al cierre de año, perdiéndose la meta por quinto año consecutivo.
Pero ello no debe llevarnos a concluir que la lentitud del BR en reducir su repo-nominal sea la postura técnicamente más correcta. Veamos diversos argumentos a favor de llevar la tasa-repo nominal hacia 7,75% al cierre de 2025, más cerca de 3% real-core que del actual 4%. En cualquier caso, todavía superaría la tasa neutral de 2m5% real que dice el BR estar buscando.
Para justificar el BR su actual inacción debería probarse que existe “recalentamiento” del PIB-real y/o del mercado laboral. No obstante, todo indica que la economía colombiana continuará con su trayectorias de crecimiento de 2,5% a lo largo de 2025, consistente con su potencial. Luego difícil concluir que existen recalentamiento; más bien son fuerzas inerciales salariales las que explican inflación-core a 5% anual.
¿Acaso debe BR continuar “castigando” necedad gubernamental por sus errados sobreajustes al SML y mantener entonces inalterada su repo a 9,25%? Más conveniente sería que BR profundice su correcta argumentación técnica sobre daños al mercado laboral formal por dichas prácticas en el SML. En paralelo, el BR debe evaluar el negativo impacto que está teniendo sobre profundidad financiera su apretada postura (ahora a 40% del PIB), así el gremio y ex - ministros de hacienda concluyan que “el pacto crediticio” ha sido el gran acierto petrista.
Y difícilmente podría uno concluir que existe recalentamiento laboral frente a un desempleo promedio últimos 12 meses de 9,7%, consistente con “criterio-Nairu”. Nuevamente, el principal daño SML ha tenido que ver con disparo en informalidad de los independientes. Es probable que en segundo semestre esto se agrave por efectos de mayores costos resultantes de reforma laboral recién aprobada, particularmente en las MiPyme y en áreas de salud, hotelería y turismo, con jornadas nocturnas y dominicales-festivos.
Y también tendría BR que probar que impulsos fiscales en PIB-real son culpables de la mayor inflación, pero estos fueron negativos en 2024 (-0,5% y pesando 15% del PIB) y tan solo ligeramente positivos en 2025-I (+4,3%). Luego el argumento de “dependencia fiscal” cae más en la nebulosa reacción de los mercados crediticios que sobre el recalentamiento, propiamente dicho.
Esto no le quita validez al serio problema de “crowding-out” generado por exceso de gasto público, el cual comprime la inversión privada y explica en buena medida la baja relación Inversión-Productiva/PIB a 17% respecto de 23% de años atrás. Pero, nuevamente, este argumento es válido intertemporalmente en materia de afectación del potencial de la economía, pero todos los cálculos del BR sobre “tasa neutral” ya operan sobre el entendido de que estamos en 2,5% de potencial de crecimiento y, aun así, arrojan los cálculos del BR una tasa neutral al 2,5% real y no a 4% real actual.
En síntesis, la reticencia BR a bajar su tasa repo nominal hacia 7,75% antes de finalizar 2025 parece estar más atada a la “resaca histórica” de estar perdiendo por quinto año consecutivo su meta en el rango 2%-4%. Inclusive los cálculos de Regla de Taylor en economía abierta dan el beneficio de tener (sorpresivamente) una TRM promediando $4.100 (devaluación moderada al 5% anual). Continuar argumentando que el BR no puede bajar más rápidamente su tasa por existencia de dependencia fiscal arriesga con comprar problemas de “economía política” que invitan al petrismo a afirmar que BR opera con criterios electorales, cuando bien sabemos que NO es así, pero también es cierto que sus criterios técnicos merecen mayor debate abierto y claro.