Resultados de la Gran Encuesta a las Microempresas 2018
En Colombia, la Gran Encuesta Pyme (GEP) Anif ha sido la principal fuente de información de la pequeña y mediana empresa del país, completando 24 lecturas semestrales y siete regionales durante 2006-2017. Con este instrumento se han logrado identificar, a nivel histórico: i) bajos niveles de acceso al financiamiento de las Pyme (inferiores a 45%); ii) una fuerte correlación del sector con el desempeño macroeconómico del país; iii) baja vocación exportadora reciente (cerca de 70% de las Pyme no exporta); y iv) poca capacidad de innovación (30%-40% no realiza ninguna acción de mejoramiento), ver Londoño y Cortes (2017).
Estos hallazgos estructurales se han vuelto fundamentales para guiar la discusión sobre el segmento. Ante esto, Anif, de la mano de socios estratégicos (Banco de la República, Bancóldex, Cámara de Comercio de Medellín, Confecámaras, IFC, Acopi, Asomicrofinanzas, Banca de las Oportunidades, CAF y FNG) ha buscado extender estos esfuerzos hacia el campo de las microempresas mediante la nueva Gran Encuesta a las Microempresas (GEM).
En la primera medición de la GEM se estudiaron cuatro módulos temáticos principales: Situación Actual, Perspectivas, Ahorro-Financiamiento y Acciones de Mejoramiento. Adicionalmente, se analizaron las características estructurales de las microempresas en un módulo de Caracterización Empresarial. La encuesta fue realizada por Cifras & Conceptos a 1.454 microempresarios de los principales macro-sectores (61% de comercio, 29% de servicios y 10% de industria) entre enero y marzo de 2018.
Los resultados generales fueron lanzados en un desayuno de trabajo el pasado 17 de abril de 2018. De manera general, en esta primera lectura, los principales resultados muestran un sector microempresarial con: i) acceso al crédito inferior a 20% del total (por debajo de 45% reportado por las Pymes), aunque cerca de 90% de dicho crédito se canaliza mediante el sector financiero formal; ii) capacidad de ahorro de aproximadamente 30% del total, donde cerca de la mitad se mantiene por fuera del sistema financiero; iii) marginal capacidad de diversificación de mercados (cerca de 95% de las microempresas solo vende en su ciudad); iv) muy leve percepción de beneficios de la formalidad; y v) bajo nivel de competencias del microempresario (44% solo tiene hasta educación secundaria) y poco uso de herramientas contables (cerca de 60% del total de empresarios del sector dice no llevar contabilidad). En esta nota profundizaremos en el análisis sobre estos últimos puntos que se refieren a la caracterización empresarial de las microempresas.
Con respecto al propietario del negocio, para los tres macro-sectores la mayoría de los dueños de negocio tienen entre 36-45 años (28% en comercio, 30% en servicios y 25% en industria). Ellos reportaron educación secundaria como su máximo nivel educativo alcanzado (43% en comercio, 39% en servicios y 51% en industria) seguido por quienes alcanzaron educación técnica-tecnológica (29% en comercio-servicios y 22% en industria).
En lo referente a las características socioeconómicas de las microempresas, la GEM encontró que la mayor parte de las microempresas encuestadas funcionan en estrato 3 (58% para los tres macro-sectores). En cuanto a los locales donde se lleva a cabo la actividad económica, más de 70% de los empresarios de los tres macro-sectores reportó trabajar en un local separado de la vivienda y más de 90% afirmó no tener más de un local para su negocio.
Además, en materia de antigüedad, las microempresas resultaron más jóvenes que las Pyme (55%-60% de las microempresas reportó tener menos de cinco años de vida, mientras que 63% de las Pyme vive más de 10 años).
Con respecto a los clientes de las microempresas, la mayoría afirmó que estos eran consumidores finales (96% en comercio-servicios y 89% en industria) mientras que un porcentaje menor eran empresas comercializadoras (4% en comercio-servicios y 14% en industria) y empresas que utilizan los productos como insumos (3% en comercio, 6% en servicios y 11% en industria). Dichos resultados podrían estar evidenciando que las microempresas no hacen parte de grandes cadenas de valor.
Respecto a la manera en la que las microempresas manejan el dinero, la mayor parte utiliza efectivo (79% en comercio, 75% en servicios y 69% en industria), mientas que las cuentas de ahorro (22% en comercio, 28% en servicios y 37% en industria) y corriente (11% en comercio-servicios y 14% en industria) representan una menor proporción de las respuestas (ver gráfico 1). Esto va en línea con hallazgos recientes de Anif, sobre el elevado nivel de economía subterránea, representando hasta 40% del PIB y encuestas del Banco de la República que revelan que 92% de los consumidores prefieren hacer su transacciones a través del efectivo.
Finalmente, al indagar sobre la contabilidad de las microempresas, la GEM encontró que más de la mitad de las microempresas encuestadas no lleva ningún tipo de contabilidad (61% en comercio, 57% en servicios y 53% en industria), dando señales de elevada informalidad. Por su parte, la cuarta parte de los microempresarios tiene un contador (25% en comercio, 22% en servicios y 26% en industria) y entre 8% (comercio) y 15% (industria) tienen un software y un contador.