Sistema de pilares pensionales… ¿con intenciones de caja?
Los sistemas de pilares pensionales llevan bastante tiempo operando bajo diferentes modalidades a nivel global. A pesar de que este también ha venido operando en Colombia, hemos venido escuchando con creciente insistencia la idea de que ese tipo de sistema debería “relanzarse” en Colombia, dando a entender que con ello se solucionarían los graves problemas de inequidad y de baja cobertura.
La verdad es que ese “relanzamiento” per se no solucionaría ninguno de esos problemas de inequidad y baja cobertura. Corregir el problema de inequidad requiere reducir la “tasa de reemplazo” y corregir el problema de cobertura pensional implica realizar una profunda reforma al mercado laboral para evitar que los sobrecostos no salariales continúen espantando a patronos y trabajadores del sistema de seguridad social.
Anif ha calculado que a la clase media las obligaciones conjuntas de imporrenta-seguridad social le drenan su ingreso disponible entre un 20% (si es empleado) o un 25% (independientes). Más aún, al tener en cuenta el efecto del llamado “impuesto puro”, se concluye que este representa entre un 11% y un 29% de dichas contribuciones a la seguridad social.
Como decíamos, el sistema de pilares pensionales ya ha venido operando en Colombia. Una taxonomía sencilla lo puede clasificar en 5 pilares: 1. No contributivo (Colombia Mayor dedicada a atender ancianos indigentes); 2.Contributivo básico (hasta de 2 SML); 3. Contributivo complementario (superior a 2 SML); 4. Contributivo voluntario (manejado hoy vía AFPs); y 5. Contributivo Beneficios Económicos Periódicos (BEPs), para estimular el ahorro en estratos bajos.
La discusión se ha venido centrando en el “relanzamiento del pilar contributivo básico”, el cual hoy cobija cerca de 80% de los cotizantes al sistema PILA. En esta franja se concentra el tema de la garantía de pensión mínima, actualmente establecida en 100% de 1 SML. Anif ha venido proponiendo que dicha garantía se reduzca (por vía Constitucional, al 75% de 1 SML, tal como está vigente en Chile) para así poder expandir la cobertura del actual 32% hacia el 64% de la PEA, pues de lo contrario los recursos fiscales serán claramente insuficientes.
Sin embargo, las voces que postulan el “relanzamiento del pilar básico” NO están hablando de esa reforma paramétrica tan crucial, sino que más bien se están enfocando en un peligroso cortoplacismo que busca es incrementar la “caja” del MHCP. De ser así, esto agravaría la situación pensional actual al no corregir el problema de exceso de subsidios en su fuente y, además, entrarían a drenar los ahorros existentes en las AFPs.
En efecto, diversos cálculos nos indican que en ese caso Colpensiones pasaría a manejar las cuentas del 80% de los contribuyentes a pensiones (unos 6 millones de personas adicionales), lo cual le dejaría una caja adicional de unos $8 billones / cada año (casi 0,8% del PIB). Si, además, Colpensiones le exigiera a las AFPs que le entregara el ahorro histórico de esos contribuyentes, se tendría un efecto stock (de una sola vez) por un valor hasta de 7,2% del PIB (si se exigiera el primer SML de todos los cotizantes a las AFPs). Más aún, si ese tipo de medidas de pilar básico se refiriera a la franja de los 2 SML, ese efecto stock de detrimento del ahorro privado de las AFPs se elevaría hasta un 10,6% del PIB.
En síntesis, este “ingenuo relanzamiento” del pilar básico con fines de caja pública, llevaría a drenar el ahorro privado de las AFPs privadas en cerca de 11% del PIB, reduciendo el stock de la pensiones obligatorias de su actual valor de 25% del PIB hacia solo 14% del PIB, ver gráfico adjunto. Pero Colombia no puede permitir que ocurra en nuestro país un “raponazo” similar al que hizo la Administración de Cristina Kirchner (2007-2015) a las AFPs de la Argentina, con grave perjuicio para los proyectos de inversión y el mercado de capitales. ¿A dónde escalarían las tasas de los TES y a dónde se desplomaría el Colcap tan pronto se sepa lo que aquí se estaría urdiendo?