Los alcaldes electos de las principales ciudades, consolidan contrapeso al gobierno nacional, con lo que ha mejorado la apreciación institucional del país. Refleja también, demanda ciudadana por mejoras. Giro esperanzador para algunas capitales, continuidad con políticas de largo plazo para otras.
El cambio de mando en Bogotá, de Claudia López a Carlos Fernando Galán, ha de convertirse en un hito para la capital. López termina su mandato con una aceptación de 31%, fundamentalmente afectada por los malos resultados en seguridad y movilidad. Galán asume con un fuerte respaldo popular y altas expectativas de mejora, por su conocimiento de la ciudad, los programas y acciones propuestas, así como su visión gerencial; ha de ser un buen alcalde, máxime si se rodea de un gran equipo como lo ha hecho en el empalme.
Ahora bien, con apoyo en la última encuesta del programa “Bogotá cómo vamos”, los principales resultados de la gestión de Claudia López, tienen elementos de insatisfacción como el aumento de la percepción de inseguridad, el alza del Indicador de hambre, la insoportable situación de la movilidad.
El 60% de los bogotanos usa transporte público. En este contexto, la satisfacción del sistema Transmilenio es un gran reto para la administración que inicia. Mejorar el nivel de servicio para los usuarios, sin aumentar el costo del pasaje, que hoy es subsidiado, reducir el número de los usuarios colados, concretar fuentes fijas para cubrir el faltante fiscal, mejorar la seguridad en el sistema, bajar los tiempos de viaje y garantizar una experiencia más cómoda, son de las principales prioridades.
La alcaldesa saliente entrega gestiones y programas positivos, tales como la mejora en satisfacción sobre uso de recursos públicos y la política del cuidado para mujeres en barrios populares (Las Manzanas del Cuidado), programa que se focaliza en el sur y en el sur occidente, donde mejora su evaluación, que coincide con la ubicación de la primera línea del metro. Lo que no tiene sentido es que a último momento Claudia López adelante la licitación del llamado corredor verde de la carrera 7 y licitación para venta de terrenos afectados con la ALO, debe concertarlo con el alcalde electo.
¿Qué espera la gente de Galán? Su propuesta de “Bogotá camina segura”, caló; la seguridad es su gran apuesta. La mejora en movilidad, con transporte de calidad, es otro compromiso. Ofreció continuar con el Metro elevado de la primera línea y darle continuidad a la segunda línea. En materia social y de prevención, ofreció trabajar por la reducción del hambre en la población vulnerable.
Para terminar, con la construcción de infraestructura y de edificaciones formales (instrumento de política pública pertinente), puede combatir el desempleo, crecer la economía y obtener recursos para otros programas sociales. Es necesario que el alcalde Galán complemente el POT de Bogotá con decretos reglamentarios para darle norma a ciertos sectores, quitando cargas e incentivando la construcción, con énfasis en vivienda social y de renovación urbana.