El proyecto de reforma laboral desmorona la posibilidad de crecer el empleo formal en Colombia, porque eleva los costos para que las empresas generen, o incluso mantengan, empleos de calidad. Afectaría además la existencia y la creación de cierto tipo de empleos masivos. El panorama es preocupante, porque nuestro mercado laboral se caracteriza por bajo nivel de ingresos y alta informalidad, tanto que ésta supera el 60%. De los 23 millones de trabajadores ocupados, solo 8,5 millones aportan de manera regular al sistema.
De forma complementaria, la desaceleración del sector productivo, puede comenzar a destruir empleos, suceso social de la más alta trascendencia. Gran parte de la actividad empresarial está fuertemente afectada por el crecimiento desbordado de la inflación y de las tasas de interés, por la devaluación del peso, entre otros asuntos; y por supuesto, por la desconfianza e incertidumbre creciente.
La continuidad de las políticas públicas que funcionan, es clave para generar confianza, la que se traduce en inversión y en fuente de trabajo. Quienes actúan en ellas y creyeron en sus programas, reflejan confianza legítima, que no se puede defraudar. Ahora bien, el sector estratégico de la construcción de vivienda ha sido probado como un instrumento de política pública de grandes resultados, incluso anti cíclicos, en crecimiento económico y generación de empleo masivo.
Gran instrumento de equidad social, ya que la demanda se concentra en cerca de 70% en viviendas sociales. Por ello, es necesario apoyar la construcción formal de VIS manteniendo el programa Mi Casa Ya, pero honrando el compromiso de los subsidios asignados y sin disminuir el monto anual de los recursos para llegar así a los hogares con menos de cuatro salarios mínimos legales mensuales de ingresos.
No se puede perder de vista que, la cadena de valor de la construcción puede representar cerca de 20% del PIB nacional, si, se suman el agregado de la industria que tiene relación con ella, como la producción de acero, de cemento, de vidrio y centenares de insumos de la industria manufacturera; se le adiciona la parte relacionada del sector comercial, como lo pertinente a las ferreterías, a la importación de insumos; se le suma lo atinente al sector de servicios, tanto profesionales, inmobiliarios, como financieros y decenas más; aunado a su peso intrínseco.
Las ventas de VIS vienen cayendo de forma dramática desde octubre pasado por la disminución de subsidios. El cierre financiero para que los hogares puedan comprar vivienda nueva, requiere del subsidio del gobierno y del crédito hipotecario, recursos que reciben las constructoras una vez se escriture y entregue la vivienda.
Existe confianza legítima de todos los actores de la cadena, particularmente de las familias más vulnerables, quienes para vincularse recibieron carta de selección del subsidio, crédito pre aprobado y ahora que está en plena construcción o incluso terminada, al no tener la certeza del subsidio, se destruye dicha confianza y lo peor, puede llevar a la imposibilidad de comprar la vivienda.
La construcción de vivienda es fuente de creación patrimonial de los hogares y mecanismo probado de reducción de pobreza.