El balance de este semestre en materia de venta de viviendas sobre planos ha sido un desastre. Indicador que, predice el futuro de la actividad de la construcción y del empleo. En Colombia se crean cerca de 280.000 hogares al año que requieren vivienda.
Ya en abril pasado la economía cayó como un todo según el Dane. La construcción y la manufactura, fueron los sectores económicos que más pesaron en dicho decrecimiento. Las ventas de vivienda sobre planos, llevan 15 meses a la baja. Caída de más de 10.000 viviendas en promedio por mes en este semestre comparado con el mismo periodo del año pasado.
El 70% de la demanda corresponde a vivienda social, la que está quedando desatendida entre otros asuntos por la falta de subsidios del gobierno, con caída de 66% en este segmento.
Razón para verificar la destrucción de empleo es que, las ventas están por debajo de las iniciaciones de edificaciones, con lo que en el segundo semestre se perderían 150 mil empleos; de seguir la tendencia, el año entrante se aumentaría el desempleo en cerca de 400 mil puestos de trabajo.
Vale aclarar que, las ventas sobre planos reflejan generación de empleo solo dentro uno o dos años. Para que exista obra, se debe cumplir punto de equilibrio de preventas y cierre financiero en el respectivo proyecto. Sin vivienda para los más necesitados y perdiendo empleos por la futura baja de construcción, la situación social se complica aún más. Como si fuera poco, la sostenibilidad empresarial de las constructoras de VIS, está desprotegida.
Miles de hogares de bajos recursos que separaron su vivienda social, con subsidio y crédito pre aprobado, están en el aire. Con las viviendas terminadas o en construcción, a estas familias les cambiaron las reglas, del subsidio, no hay desembolsos, les subieron las tasas de interés y sus ingresos reales (por la inflación) disminuyeron. Algunos siguen esperando, otros desistieron, lo que agrava la cifra de caída de ventas. No se puede seguir perdiendo la confianza.
La política de vivienda impacta los arriendos, al caerse la construcción formal los hogares optan por el arrendamiento. Cerca de 18 millones de colombianos viven en arriendo, lo que se acrecienta con esta crisis. Además, si sigue a la baja la producción de nuevas viviendas, la construcción informal se acrecentará, recordemos que cerca de la mitad de las edificaciones en nuestro país se ejecutan sin licencia de construcción; como si fuera poco, genera golpe en materia ambiental por el sitio y el modo en que se construyen.
Las nuevas viviendas formales tienden cada día a ser desarrolladas con construcción sostenible.
Para frenar la caída de la construcción de vivienda, es necesario colocarse al día en los desembolsos de Mi Casa YA, tema en el que MinVivienda está trabajando.
Se requiere que la inflación se controle y retornen las tasas de interés a valores que hagan sentido para el crédito constructor y por sobre todo para los compradores de vivienda, situación que muestra mejoría. Luz al final del túnel.
Es necesario entonces, retornar a la senda que tanto beneficio económico y social ha dado: La construcción de vivienda formal como instrumento. La vivienda es el principal activo de formación patrimonial de los hogares.