En 2021, saliendo de pandemia, Colombia logró récord histórico en comercialización de proyectos sobre planos (a precio fijo), tanto que se pre vendieron cerca de 230.000 unidades, con mayoría en viviendas sociales, las que suman 70%. Cifras históricas, que para lograrlas se requirió de un esfuerzo colectivo empresarial con inversiones multimillonarias y acierto del gobierno que utiliza la construcción de vivienda como instrumento de crecimiento económico y de generación de empleo. Refleja confianza en el país y aprecio a la vivienda. Tendencia positiva que se mantiene.
Sin embargo, ha habido alzas impredecibles en insumos y materiales de la construcción, ocasionadas por crisis portuaria para abastecimiento internacional y sus cadenas logísticas, desvalorización del peso, inflación mundial y local, crisis en la producción de productos claves como el acero, aunado a brotes especulativos o de aprovechamiento de la coyuntura y, en ciertos casos desabastecimiento. De forma reciente, la invasión de Rusia a Ucrania, gran proveedor mundial de materias primas, también está afectando.
Según cifras del Dane, el precio del componente de hierros y aceros registra variación anual superior a 40%, convirtiéndolos en los insumos de mayor encarecimiento. Los sobrecostos, en valor ponderado, de la cadena de suministros del 15% para 2021, pueden hacer inviables proyectos que se vendieron a precio fijo en esa anualidad y cuya construcción tarda años. Tendencia al alza en costos directos de obra que se siguen manteniendo. Lo anterior podría considerase como fuerza mayor para los constructores, por desajuste de la estructura de costos proyectados de las edificaciones futuras.
Pues bien, el éxito señalado en preventas, se puede opacar con la realidad del desbordamiento de costos. Si bien hay un número, por ahora marginal, de proyectos que están desistiendo de iniciar obra, es necesario tomar medidas para que los proyectos vendidos se ejecuten y los hogares puedan acceder a las viviendas separadas. Semejante logro en preventas, no se puede tirar por la borda. Propósito además para combatir el desempleo. A continuación propongo algunas medidas.
Temporalmente se pueden eliminar aranceles de insumos que no se produzcan en Colombia o que su producción sea deficitaria. El gobierno puede subir el tope de clasificación de VIS y de VIP adicionando 15 salarios mínimos legales mensuales y considerarlo como restablecimiento del equilibrio económico para que se ajusten contratos ya firmados. Controlar la subida de precios de materiales producidos en el país que no están afectados con la fuerza mayor señalada.
Para proyectos en fiducia con punto de equilibrio logrado, bajar la tasa de interés aprobada en crédito constructor, en cuatro puntos porcentuales, asumiendo el banco la mitad del descuento y el gobierno como subsidio de tasa la otra mitad. En la práctica es lograr que no suba el costo financiero ya que la UVR y la DTF también se acrecentaron. Gran aporte de la banca y del gobierno, para contribuir en el necesario propósito de construir las viviendas pre vendidas y salvar el empleo.