Hay un incremento innegable en las soluciones de movilidad en dos ruedas, ya el carro motorizado es minoría. Naturalmente la bicicleta no cuenta con enemigos, pero le hacen falta defensores que den resultados. La movilidad eléctrica de patinetas, y bicicletas, aunque empieza de una base baja, viene creciendo al cerca de 20%, según Fenalco. Mientras tanto la moto motorizada ya representa 60% del parque automotor, según el Runt. La época de ignorarlas como fenómeno de movilidad se acabó, este nuevo lugar privilegiado obliga más responsabilidades, pero menos discriminación. Al final del día, toca pensar de ahora en adelante más en las motos que en los carros.
Las ciudades colombianas de pequeños enclaves coloniales se desarrollaron y crecieron en torno al carro. De ahí, se trató de dar un giro con el acertado consenso en que la prioridad debe ser el transporte público. Mientras se logra cobertura universal de transporte público de calidad, no es realista exigir a todos los ciudadanos bajarse de manera inmediata del carro/moto con una cobertura insuficiente.
Dada su alta accidentalidad, contaminación auditiva, y, en ocasiones imprudencia de los conductores, hay un sesgo anti-moto. Las restricciones para seguridad vial bienvenidas, las demás parecen no estar basadas en evidencia. Según cálculos del gremio español de dos ruedas, las motos no solo son 50% menos contaminantes, sino que disminuyen en 70% los tiempos de viaje urbano.
Para este país se calculó que, si se reemplazara 10% de los carros motorizados por motos, se reduciría hasta en 40% el tiempo de los trancones. Las soluciones de dos ruedas permiten más vehículos en las vías, son menos contaminantes, son más económicas, entran donde los buses no llegan y facilitan el parqueo. Es razonable pensar en hacer vías dedicadas solo a vehículos de dos ruedas.
Si preocupa que la versión más contaminante de las soluciones de dos ruedas se esté imponiendo, solo 0,3% de las motos son eléctricas. Aunque es difícil saber cuándo la bicicleta asistida se vuelve moto eléctrica, pero no aún si se pudieran incluir todas las definiciones, el dinamismo de ventas que tienen las motos motorizadas es superior. Según Andemos, la venta de motos eléctricas entre 2021 y 2022 aumentó en 0,2%, mientras que las motos motorizadas aumentaron en el mismo periodo en 22,1%.
El rezago de la venta de motos eléctricas sorprende dado a que son más económicas. Mientras recorrer 100 km en moto motorizada cuesta cerca de $20.000, en la moto eléctrica es tan solo $1.000; esto, sin incluir gastos adicionales de motorizados como filtros, aceite y mantenimiento. Sobra decir que las patinetas o bicicletas eléctricas son radicalmente más económicas y ambientales.
El Estado debe enfocar sus estímulos tributarios y normativos para privilegiar este sector sobre otras opciones de movilidad.
Los detractores dirán que lo mejor es enfocar la atención pública en mejorar el transporte público, en eso estamos de acuerdo, pero mientras se logra, hay que dar soluciones. En zonas rurales la moto fortaleció el núcleo familiar con los esposos pudiendo ir y volver el mismo día a sus cambuches de trabajo. Las motos ahora son el principal medio de transporte de los colombianos, la regulación ahora debe pensar en ellas, con lo bueno y lo malo de esa consecuencia.