Colombia, próximo Silicon Valley regional
El pasado jueves, el presidente Duque anunció con un tweet la llegada de Netflix a Colombia; empresa que pertenece a la industria Naranja y que corrobora la oportunidad y visión que tenemos como país para convertirnos en El Silicon Valley de Latinoamérica. Esta frase, que se ha convertido en un himno para el gobierno, es constantemente celebrada por quienes trabajamos día a día por fortalecer este sector. Pero, ¿qué tan cerca estamos de hacerlo y qué necesitamos para lograrlo?
Silicon Valley surge como respuesta de la Universidad de Stanford durante la Gran Depresión para crear oportunidades de empleo a sus estudiantes a través del emprendimiento. Es así cómo se fomentó la participación de la academia en las juntas directivas de las compañías en las que invirtieron y gestionaron becas con el gobierno nacional para promover la investigación académica aplicada. Esta iniciativa cobró tanta inercia que hoy es un lugar que ofrece un ecosistema lleno de oportunidades y recursos. En este lugar, las ideas de negocio de base tecnológica se pueden hacer realidad gracias a la facilidad que tiene cualquier persona para acceder a las herramientas necesarias para ello.
En Colombia se ha creado un marco regulatorio, una institucionalidad gubernamental y programas de largo plazo que han fortalecido la innovación, el emprendimiento y la modernización tecnológica del país. Este ha sido el caso de la ley de emprendimiento, así como la creación y articulación del Ministerio TIC e iNNpulsa Colombia. A su vez, el país ha contado con una trayectoria importante de empresas desarrolladoras de software que llevan más de 30 años en el mercado y se han destacado en mercados internacionales compitiendo con las grandes casas de software a nivel mundial. Este ecosistema se ha enriquecido de la mano de los nuevos modelos de negocio y apalancado de aceleradoras, fondos de inversión, mentores, academia, programas de formación, laboratorios de innovación, entre otros.
El Ecosistema ya existe y es dinámico en nuestro país, pero ¿qué nos falta para lograrlo? Quiero analizar cuatro puntos que considero claves para cumplir esta meta, la cual queremos que sea una realidad en el corto plazo.
• Academia e industria articulada: Al igual que en Silicon Valley y los modelos de clusterización avanzados, la innovación tecnológica no debe ser pensada sin la articulación del sector académico y sus centros de investigación. El hecho de haber sido la Universidad de Stanford quien lideró la creación de este ecosistema innovador vale la pena estudiarlo y aplicarlo como sistema en nuestro país. Las soluciones desarrolladas por las industrias basadas en conocimiento tienen un impacto directo en la propiedad intelectual generando un aumento en la competitividad empresarial la cual permitirá aumentar los ingresos en el país.
• Talento TI disponible: Es necesario seguir trabajando en el cierre de las brechas de talento TI logrando que todas las empresas puedan encontrar la mano de obra calificada que se necesita. En este proceso cobra relevancia el aporte de las empresas internacionales que se instalan en nuestro país buscando este talento a través de programas de formación y buenas prácticas que también puedan ser utilizadas y aprovechadas por la industria local. Este es quizá el tema más importante para asegurar el crecimiento de nuestro sector y depende de todos trabajar para lograrlo.
• Oportunidades para todos: Las nuevas tecnologías son un desafío para los sistemas tributarios alrededor del mundo. A este tema se le debe prestar atención en especial en esta nueva propuesta de reforma tributaria, pues un desincentivo a la industria puede generar desplazamientos de las empresas a países con mayores incentivos tributarios. Por otro lado, aunque la industria representó para el 2019 ventas por cerca de 24 billones de pesos y representa un 2,26% del PIB, el 95% de estas son Mipymes y el 85% de los ingresos son aportados por las grandes empresas. Contar con incentivos adecuados para que estas crezcan y se consoliden son necesarios para aprovechar el ecosistema ya existente donde las oportunidades sean iguales y estén disponibles para todos.
• Empresarios globales: finalmente, la internacionalización de las compañías es un proceso clave para incrementar la competitividad e ingresos de las empresas del sector de software y TI. Nuestras empresas exportan soluciones a más de 30 países, dentro de los cuales se destacan Estados Unidos, España y Alemania. Entre 2014 y 2019 se alcanzó un crecimiento del 2,6% en la exportaciones de servicios TI, alcanzando un total exportado de US$229,1 millones, lo que refleja el potencial de la industria colombiana. Para seguir explotando este potencial, es necesario desarrollar la vocación de la Industria: ser una industria generadora de productos de valor agregado y no de commodities, lo que realmente generará que se pueda escalar esta industria y solo así se podrá lograr que Colombia pueda ser el Silicon Valley de Latinoamérica.
Para terminar, es importante recordar que Silicon Valley no se creó a partir de las empresas extranjeras que llegaron al Valle, sino como resultado de la creación de empresas americanas que conquistaron el mundo entero con sus productos. Es nuestro deber como actores del ecosistema trabajar articuladamente para lograrlo en el corto plazo y seguir aportando a la discusión que esto requiere.