Amargura

La “Calle de la Amargura” es un lugar colorido de murales florecidos y jardines frescos, refugio de aromas de especias ancestrales, a su alrededor reposan vivas las sombras de los árboles y el murmullo del roce de sus hojas, entre textiles, mosaicos y cerámicas se revela la historia, el alma y el secreto, allí me he encontrado una mañana de sábado reciente con distintos caminantes, retratándonos todos en uno y otro rincón, en uno y otro instante.

En 1521, Cuauhtémoc, último emperador mexicano y líder de la resistencia indígena mexicana fue apresado, capturado y torturado por los españoles, posteriormente sería ejecutado, su legado es símbolo de resistencia e identidad cultural del país Azteca, su captura se llevó a cabo en una pequeña calle, en lo que hoy se conoce como el sector de San Ángel en la capital mexicana, la cual, era parte de la ruta que seguían los indígenas que eran llevados a juicio tras la caída de su imperio, esa calle fue bautizada como “La Calle de la Amargura” y simbolizaba el sufrimiento de los pueblos indígenas ante la colonización, siglos después, gracias al poder del arte y la cultura, ese espacio se fue resignificando y transformando hasta convertirse en recinto abierto sinónimo de orgullo, lo que antes evocaba dolor, muerte y tragedia, se haría un espacio vibrante y lleno de vida, el mercado de San Ángel y el jardín San Jacinto reciben miles de turistas al año que se conectan con la ancestralidad de un pueblo, con sus saberes y sabores, y con sus bellas texturas, capaces de modificarlo todo, hoy allí, nada es amargura, aunque su nombre siga siendo el mismo.

La resemantización es un proceso lingüístico y cultural que puede contribuir ampliamente con el cambio de narrativas, de perspectivas, de reflexión y de análisis, resignificar un concepto o una palabra, puede abrir puertas fantásticas a universos internamente fértiles, pues nos permite modificar la manera como las personas o la comunidad se relacionan con sus ideas y realidades sociales, este proceso construye confianza, acentúa capacidades y puede influir y afectar muy positivamente en el desarrollo de economías locales, la resemantización abre posibilidades para la innovación en todos los ámbitos, incluidos el personal y el empresarial, la resignificación de lugares es necesaria para revitalizar el interés cultural y turístico de una región, de un país, más aún si la narrativa del sufrimiento puede ser reconfigurada, pues sin duda genera una metamorfosis que permite sanar y a su vez promueve el crecimiento emocional, lo que conlleva a que el dolor se haga fuerza y belleza.

¿Cuánto ha significado para naciones líderes en turismo la resignificación o la resemantización?, ¿Cuánto puede llegar a contribuir al producto interno bruto de un país este ejercicio por cuanto reivindica su historia?, ¿Cuánto puede aliviar este fenómeno en la memoria y en la vida cotidiana de un individuo, o de la sociedad?

“La Calle de la Amargura” es solo un ejemplo donde pueden coexistir la historia y la modernidad, es solo un ejemplo en el que el remolino se hace espiral y la amargura, sentido de pertenencia, altivez y alegría.