Cómo proteger mi propiedad intelectual en ChatGPT
Es un tema de gran relevancia cuando la tecnología incorpora cada vez más comportamientos humanos ¿Qué pasa con los contenidos, estrategias de negocios, invenciones, fórmulas, marcas, entre otros, que nos ayuda a generar la inteligencia artificial?, ¿a quién le pertenecen los derechos de propiedad intelectual?, ¿qué pasa si alguno de estos contenidos infringe derechos de terceros?, ¿qué sucede con la instrucción que ingreso en los sistemas de inteligencia artificial generativa (IAG) para generar contenido?, ¿y si esa información es confidencial o secreta?
Son muchas las preguntas que desde la Propiedad Intelectual surgen con el desarrollo de estos sistemas. Estas herramientas crean o transforman textos, imágenes, videos, fórmulas, y muchas otras piezas que podrían ser protegidas por derechos de propiedad intelectual y no tenemos certeza a quién le pertenecen, si podemos o no usarlas. Las normativas actuales no regulan estos avances tecnológicos pero nos dan principios básicos para concluir cómo proteger mi propiedad intelectual.
Es importante entender que la IAG es útil y nos permite obtener información, en tiempos cortos y generalmente acertada. Pero no reemplaza los métodos tradicionales de creación de contenidos y protección de los mismos. Voy a señalar algunas implicaciones claves en temas de propiedad intelectual e IAG. A través de aplicaciones como Dall-E podemos crear imágenes y usarlas para fines personales no públicos ¿Significa que puedo crear una marca a partir de esas imágenes? Para tener una respuesta habría que revisar los términos y condiciones de las plataformas y qué derechos se licencian. En este caso, así las instrucciones para crear la imagen las hubiera dado yo como usuaria (ej: quiero un gato en la luna al estilo Picasso), la imagen que se genera siguiendo dichas instrucciones no es mía y no tendría plena libertad de disposición (ej: no puedo volverla la marca de un alimento para gatos).
También es importante entender que la IAG se "entrena" y "aprende" de la información que como usuarios le alimentamos. Esto significa que si ponemos como entrada información que pueda ser considerada confidencial (fórmulas, métodos u otros secretos industriales), podemos estar revelando información y esta volverse pública.
Finalmente estas plataformas de IAG han adoptado términos y condiciones mediante los cuales se busca regular las relaciones con el usuario y resolver polémicas sobre temas de propiedad intelectual. Como sucede con otras páginas web, estas plataformas adoptan políticas de reporte y descargue de contenido infractor de las cuales pueden hacer uso quienes vean vulnerados sus derechos de propiedad intelectual con el contenido generado por IAG.
Entonces es muy importante tener en cuenta que la IA es una herramienta y que como tal debe ser usada con responsabilidad. Los desarrollos tecnológicos no limitan el alcance de los derechos de propiedad intelectual y mucho menos nos relevan de la obligación de confirmar que nuestras creaciones, invenciones o contenidos, no infringen los de terceros.