Abonos orgánicos favorecen los cultivos de café
miércoles, 24 de octubre de 2012
Los cultivos de café requieren aplicaciones constantes de nutrientes, y como parte de una investigación de la Universidad Nacional (Unal), con sede en Palmira, se efectuó una adición de abonos orgánicos en cafetales del Valle del Cauca, que contribuyen a la disponibilidad de este elemento, necesario para la nutrición de las plantas en estos suelos.
Las mediciones por fraccionamiento secuencial de la investigación, se adaptaron en el laboratorio de suelos del Centro Internacional de Agricultura Tropical (Ciat). Donde el análisis estadístico se ajustó a un modelo de diseño completamente aleatorio, en un arreglo en parcelas divididas con tres tratamientos y tres repeticiones.
El sistema orgánico - mineral mostró los mayores contenidos de fósforo (P) orgánico e inorgánico. Por lo que, el P total mostró un comportamiento similar al de las fracciones, donde representa los bajos contenidos de P, en el sistema convencional que se deben, posiblemente, a prácticas de manejo, como el uso de fertilizantes de síntesis química, la siembra a libre exposición en monocultivo y la ausencia de coberturas entre plantas.
Asimismo, se dio la aplicación de abonos inorgánicos y otros mixtos, buscando la mejor opción para estabilizar y brindar de manera apropiada nutrientes al cultivo.
El profesor Juan Carlos Menjivar, de la facultad de ciencias agropecuarias de la Unal en Palmira, comentó que: “una alta proporción de los fertilizantes fosfatados aplicados se almacena en el suelo, situación que se agrava cuando disminuyen los niveles de materia orgánica u ocurren cambios hacia los extremos de la escala del pH”.
Por tal razón, los nutrientes pueden disminuir su concentración, dado a la alta estabilidad y la baja tasa de mineralización de los compuestos fosfatados.
“Esta característica es de particular importancia, ya que estos minerales pueden controlar la capacidad del suelo para absorberlo y liberarlo, afectar su disponibilidad y, consecuentemente, determinar la productividad de estos suelos”, explicó el profesor Menjivar.
Los bajos contenidos de fósforo en el sistema convencional se deben, posiblemente, a prácticas de manejo, como el uso de fertilizantes de síntesis química, la siembra a libre exposición en monocultivo y la ausencia de coberturas entre plantas.
Mientras que el profesor Diego Iván Ángel, director del proyecto explicó que: “el manejo sostenible de la fertilidad de los suelos determina la necesidad de favorecer su disponibilidad. Y este no se garantiza aplicando grandes cantidades de fertilizantes de síntesis o naturales, sino haciendo prácticas de manejo agronómico, como el aporte de materia orgánica, que contribuyan al reciclaje y mineralización del elemento en el suelo”.
El docente señaló además que el sistema orgánico - mineral mostró los mayores contenidos de fósforo orgánico e inorgánico, y el sistema convencional presentó los valores más bajos de ambas fracciones. “La fracción de este elemento no disponible fue más alta en los sistemas orgánicos en comparación con el sistema convencional; mientras que en el sistema orgánico mineral se encontraron diferencias con respecto a los restantes sistemas”, señaló el profesor Ángel.
Se coincide en que los bajos contenidos de este elemento en el sistema convencional se deben a prácticas de manejo, como el uso de fertilizantes de síntesis química, la siembra a libre exposición en monocultivo y la ausencia de coberturas entre plantas.
Metodología
La investigación se efectuó en tres tipos de suelos, localizados en el municipio de Sevilla, Valle del Cauca. El cultivo 1, era orgánico, el cultivo 2 convencional y el cultivo 3 orgánico - mineral, luego de su clasificación se dispuso un fraccionamiento de fósforo, por el que se concluyó que la disposición de este elemento en los cultivos tenían diferente comportamiento.
Además los sistemas que incluyeron en su manejo fertilización orgánica contribuyeron a que en el suelo se presentaran los más altos contenidos de las fracciones de P.
Y de manera positiva la adición conjunta de abonos orgánicos y abonos de síntesis química, así como prácticas complementarias de manejo agronómico, generan las condiciones de suelo adecuadas para garantizar la disponibilidad adecuada de P para el cultivo de café.
El proyecto en la actualidad sigue aplicándose a una de las fincas cafeteras del Valle del Cauca, donde ha sido positivo el resultado del ejercicio.