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Colombia avanza con paso firme

Carlos Jacks

La economía mundial sigue trastabillando sin aún poder andar tranquilamente. Mientras esto ocurre, Colombia avanza a paso firme con indicadores económicos sólidos y perspectivas envidiables.

Hace no muchos años, Colombia parecía inviable; las conversaciones de café eran dramáticas; el inversionista buscaba oportunidades mas allá de las fronteras, mientras el país se debatía en una guerra sórdida para tratar de recuperar la paz. Ni hablar de inversión extranjera, era apenas poca.

Esos tiempos quedaron atrás. El país ha realizado una tarea titánica que no sé si se valora en toda su dimensión. A pesar de esas condiciones, los colombianos y sus instituciones no fueron superados, y se estableció la base que hoy tiene a Colombia en el umbral de un período de desarrollo y bonanza.

Pero hay que continuar trabajando para seguir consolidando el desarrollo económico y social del país. Si tuviera que resumirlo en tres conceptos, sugiero que sean: compromiso fiscal, RSE y desarrollo de infraestructura.

Con relación al compromiso fiscal, se requiere un eficiente manejo de los recursos del Estado. Se debe consolidar un gobierno esbelto, donde el gasto es sólo lo necesario; equipos preparados para mejorar la gestión; adecuado balance entre el expendio y la inversión. Si bien el gobierno ha hecho adelantos, aún tenemos mucho por hacer.

En cuanto a la responsabilidad social, tomaré un concepto muy escuchado en estos meses: prosperidad para todos. Debemos asegurar educación de calidad para todos; esto significa ir más allá de aulas y maestros e ir incorporando tecnologías de información.

El conocimiento debe estar al alcance de todos, el uso del mismo, es lo que marcará la diferencia. En el sector salud, debemos considerar la alimentación y la promoción del deporte como parte de este concepto. En vivienda, aplaudimos el objetivo de construir un millón de viviendas sociales en su cuatrienio; pero no es suficiente. Se debe revisar el programa de VIS y VIP para actualizarlo a la realidad actual e incluir a un grupo que hoy está marginado de esta posibilidad: el que no es asalariado.

En el desarrollo de infraestructura, si tenemos un adecuado entorno económico, con finanzas públicas sanas, capacidad de ahorro y acceso al financiamiento barato; además de ciudadanos capaces de crear y desarrollar oportunidades, pareciera que la mesa estaría servida para una mejor Colombia.

Las necesidades de carreteras, vías férreas, puertos y aeropuertos son monumentales; sin ellas, no habrá un tránsito eficiente de personas y mercancías.

Como dato alarmante, el país se sitúa en el lugar 108 de 140 países en infraestructura vial, de acuerdo al World Economic Forum. En vías férreas, no existe un sólo kilómetro de un sistema público; esto contrasta con un país como Argentina, que tiene 25.000 ms de vías férreas.

De nada sirve una economía sana y la firma de diversos tratados de libre comercio, si no se tiene la conectividad con el mundo; y no olvidemos las telecomunicaciones y la internet. El país reconoce el reto y el gobierno ha dado inicio a un programa agresivo para atender este frente.

Colombia es probablemente hoy uno de los países más atractivos en el mundo para la inversión. Prueba de ello es el crecimiento de la inversión extranjera.

Obtuvo grado de inversión, lo que significa más recursos financieros y más baratos. Cuenta con un gobierno reconocido mundialmente; instituciones sólidas y disciplina fiscal. Se deben aprovechar estos '15 minutos de fama'. Vienen unos años de prosperidad, que generen las condiciones para que este sea un período largo y sostenible. Estoy convencido que Colombia va por el camino correcto para escribir una historia de éxito y convertirse en un país donde el único riesgo sea que te quieras quedar.