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Colombia, vida y café

Profesor Yarumo

Estando en la ciudad de Manizales en el segundo Festival de Café, Orquídeas y Arte, me puse en la tarea de simplemente observar a todas las personas que veía a mí alrededor.

Vi familias, jóvenes, adultos, hombres, mujeres, niños y todos con una sonrisa, compartiendo. Vi a una señora que casi no podía caminar y a un joven, que creo que era su nieto, ayudándola a subir unas escalas y me llamó mucho la atención la cara de alegría de la señora.

Inmediatamente recordé a mi abuela, que en paz descanse. Ella nos hacia una deliciosa taza de café con leche y algo para comer, con ese “algo”, como se le llama en muchas partes, compartíamos en familia, aparecía mi papá, mi abuelo, los primos y recuerdo que nos poníamos a conversar y mi abuela nos daba más café, obviamente café de nuestra finca.

El café tradicionalmente ha unido familias y amigos y de ¿cuántos negocios o convenios en beneficio de los colombianos no habrá sido testigo? Una taza de café es la excusa perfecta para compartir, a través del café recordamos nuestro pasado, vivimos nuestro presente y podemos construir nuestro futuro.

Al usted tomar café de excelente calidad está aportando al desarrollo rural y cafetero de nuestro país, porque ¿sabía usted que una persona en Brasil se toma en promedio más de nueve kilos de café por año, mientras que en Colombia nos tomamos menos de dos? Esto me llama mucho la atención, pues producimos en mejor café del mundo pero quizás nos estamos negando la oportunidad de deleitarlo.

Me acuerdo que un día, estaba de visita en el municipio de Arboledas (Nariño) y doña Gloria, una empresaria de su finca cafetera cafetera, me ofreció un café y me dijo: “Profesor Yarumo, a mí me da pena darle este café pues está hecho con panela y como el café se toma es sin dulce”. Este comentario lo he escuchado varias veces pero les digo una cosa, uno el café se lo toma como a uno le guste. Claro que se puede tomar sin dulce para poder deleitarse con sus características, pero el café se puede disfrutar en muchas presentaciones, bebidas frías, calientes, en cocteles, tortas, comidas y dulces, entre otros. Les cuento, yo he aprendido a tomarlo sin azúcar, así el verdadero sabor del café no se enmascara y lo disfruto mucho.

Lo que sí es claro, es que detrás de una preparación a base de café, está el esfuerzo de más de 550.000 familias cafeteras, de toda una institucionalidad de 88 años de historia y está la muy importante participación de catadores y baristas que con su gran pasión nos obsequian felicidad a través del café. También está la historia Colombiana, pues el café es Colombia y Colombia somos todos.

Ya para terminar les tengo una especial invitación, en el ciclo de la vida todos en algún momento vamos a faltar y así el dicho que dice: “es mejor recibir una flor en vida, que un gran ramo cuando no ya esté” suene muy trillado, los invito a que le diga a sus hijos, a sus padres, a sus abuelos y amigos que los quieren, que ellos son importantes para usted y los invito a que lo haga disfrutando un delicioso café.

Como somos el país más feliz del mundo, tenemos la obligación de seguirlo siendo, de seguir aportando a nuestro presente y futuro y de seguir siendo mejores Colombianos.

Además, de valorar mucho el cultivo emblema de nuestro país, el café de Colombia, el mejor café del mundo.