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Los jinetes más allá de montar caballos
martes, 9 de julio de 2013
Teresita Celis
En el mundo de los jinetes profesionales de caballo criollo colombiano, no hay más orgullo que montar caballos campeones. Algunos los toman ya formados para pulirlos y otros suelen coger el equino en bruto -generalmente cuando es potro- y lo van arreglando y acomodando de acuerdo a su especialidad de andar: trocha pura, trocha y galope, trote y galope y paso fino.
Le ponen también su toque particular, una especie de secreto, algunos dicen que ‘mañas’, pero ellos afirman que son estilos de cada jinete. Formar y montar un caballo de paso colombiano, no es cuestión de azar, ni es un oficio que puede aprenderse sin pasión o sin destreza. Y menos se trata de un asunto de simplemente, montarse en un caballo, aún cuando pareciera ser una profesión desagradecida pues los aplausos se los lleva el equino.
“Esto es de tiempo”, señaló Janual Poveda, un jinete profesional de 40 años que lleva montando caballos hace 25. “Un buen jinete se forma con dedicación, amor al oficio, tradición, talento y virtud. Eso es algo innato, es como en el fútbol, simplemente se tiene y no más”, indicó.
Poveda afirmó que aprender el oficio lleva su tiempo y cuando se está formando un caballo es como armar un rompecabezas. Los ejemplares aprenden por repetición los movimientos, dijo, que se deben hacer a pulso y con las piernas. “Cuando uno está en la pista montando su caballo debemos parecer uno solo. Él hace lo que uno quiere que haga, así debe ser, sin necesidad de jalarle las riendas”, agregó. Y aunque los jueces en las competencias fijan su mirada en el caballo, se dan cuenta si los movimientos son realizados de manera natural o forzados por manejos bruscos del jinete. Eso quita puntos y por ello en la pista hombre y animal deben ser uno solo, situación que se logra con disciplina y trabajo.
Poveda indicó que tienen más de 50 campeonatos logrados en diversas ferias y es el montador oficial de Tormento de La Virginia, aunque no lo hizo.
En efecto, a este caballo, declarado en varias ocasiones fuera de concurso, campeón mundial y considerado por expertos como el mejor ejemplar hoy de paso fino, le hizo la carrera, desde potro, Alex Alarcón, un jinete payanés que tiene más de 100 campeonatos ganados en paso fino. “Tormento de La Virginia es un caballo de buena disciplina, que tuvo unos buenos comienzos. Lo vi nacer, criar hasta montarlo y le hice toda la carrera. Yo lo saqué fuera de concurso, gané con él 25 campeonatos, entre ellos el mundial”, dijo.
Pero no están exentos de cometer errores. Un mal movimiento en las pistas quita puntos y en muchas casiones, reconoció Alarcón, puede ser porque en medio de la presión se pasa de apretar riendas o de exigirle mucho al ejemplar. “Esto es de disciplina y para lograr el binomio caballo-chalán, se necesita tiempo”, dijo.
Se deben aprovechar las cualidades del caballo
Un jinete profesional es aquel que deriva su sustento del arte de montar a caballo. Aunque no hay tablas establecidas y eso depende de quien lo contrate, un montador tiene un salario promedio de $3 ó $4 millones mensuales, pero hay algunos que cotizan más de $10 millones. A juicio de la juez equina, Ángela Ochoa, el éxito de un montador está en aprovechar todas las cualidades del caballo e interpretarlas rápidamente. “Un 25% del juzgamiento es el agregado por adiestramiento y ahí se evalúa la rienda del caballo y la posición de la cabeza. Ahí se ve que tanto trabaja el jinete con el caballo. Por ello un buen montador debe tener preparación”, sostuvo.
Las opiniones
Janual Poveda
Jinete Profesional
“un buen jinete debe tener, amor por el oficio, tradición, talento y virtud. Eso es algo innato, es como en el fútbol, simplemente se tiene y no más” .
Alex Alarcón
Jinete Profesional
“Esto es de disciplina, hay que montar mucho y para lograr ese binomio entre caballo y chalán se requiere de tiempo y mucha dedicación”