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Saeta, una empresa colombiana hecha con mucha innovación y bastante fútbol

Andrés Emilio Vargas

Cuando Sandra Carrero, gerente comercial de Saeta, lleva sus productos al exterior, lo primero que le preguntan sus clientes es: “¿esto es fabricado en Colombia?” Ella, muy orgullosa, dice “sí”. La calidad de los diseños y de las telas con que se fabrican pantalonetas, camisetas, zapatos y sudaderas despierta asombro, a la vez que la hace ganar más clientes.

de un comienzo, esa fue la idea de su fundador, Pedro Carrero: atender la calidad de las prendas deportivas porque las de su época, en 1982, eran muy pesadas y con diseños poco agradables. Así empezó su historia, con una máquina de coser y repleto de ideas que, contrario a lo que sucede cuando se emprende, tuvo un éxito desde el primer instante.

Después de unos años, sus diseños salieron de las vitrinas. Ahora, Pedro tenía la oportunidad de su vida: vestir a todos los jugadores de la Liga de Fútbol. Como Postobón era quien patrocinaba el torneo, y vio que los diseños de Saeta eran agradables, firmaron contrato.

El negocio era hacer las camisetas de los equipos y vendérselas a la firma. Aunque Sandra no tiene en mente de cuánto eran las ventas de aquella época, dice que no eran tantas, pues en “los hinchas poco compraban estas prendas. En parte, porque no había locales para ofrecerlas”. Y es que el mercado deportivo no tenía una cultura de venta. No obstante, desde aquel contrato, la marca bogotana se hizo popular en el fútbol.

Según indica Sandra Carrero, todos los clubes de fútbol en Colombia, salvo el Nacional, han tenido el sello de la velocidad: la marca Saeta. A parte de dinero, la naciente empresa ganaba nombre, pues sus productos estaban en todo el país.

Pasada la década del 90, la empresa creció y los talleres ya mostraban decenas de máquinas, que eran operadas por madres cabeza de familia. Esa ha sido una política empresarial.

Sin embargo, los años buenos de Saeta llegaron a partir de 1997, cuando patrocinaron a Millonarios. Aquella vez, el cuadro ‘embajador’ aceptó a la empresa bogotana como patrocinador. Solo fue hasta 2001 cuando el club ganó la desaparecida Copa Merconorte y alcanzaron ventas superiores a los $3.000 millones de pesos. “Los hinchas de Millonarios asociaron su marca con la ciudad de su equipo y eso generó que nuestras ventas subieran considerablemente”, aseguró Carrero.

Conforme la empresa crecía, se vio la necesidad de acaparar las distintas regiones del país. Así, para ese mismo año, se negoció el patrocinio con el Club Independiente Medellín, con el fin de promocionar la marca tanto en Antioquia como en la región cafetera. Sin embargo, siete años después de que el Millonarios ganara la Merconorte, éste volvió al plano internacional con la Copa Sudamericana. Gracias a ello, la empresa logró las mejores ventas de su historia: $6.200 millones.

Para esa misma época, Saeta inició exportaciones a Europa. Un deportista colombiano trajo a un sueco que se interesó por los productos.

Solamente se exportaban sudaderas para boutique. Esta alianza, de la cual Sandra prefiere no revelar cifras, duró cinco años.

Sin embargo, desde que Millonarios decidió adoptar a Adidas como su patrocinador las ventas cayeron gradualmente, más o menos de a $1.500 millones por año. En 2012 se vendieron $4.400 millones. Y aunque las exportaciones siguen en pie, estas llegan a los $100 millones.

Han decidido enfocarse en el mercado interno, pese a la competencia que la China y otras empresas. Sin embargo, ante la presencia ‘oriental’, Carrero indica que se ha competido con innovación y calidad. “Nuestros productos no son baratos y están dirigidos principalmente a un público de barrio populares. Nuestra calidad hace que nos prefieren sobre imitaciones y otras marcas”.

Para 2013, Saeta espera llegar a otros nichos de mercado. Crear, por ejemplo, más uniformes para deportes como basketball y volleyball.

Un consejo para competir en el sector
Como gerente comercial de Saeta, Sandra Carrero, indica que las empresas del sector textil “deben especializarse para así ser más competitivas”. Así mismo, indica que “no se debe reducir la calidad de las prendas por querer tener una mayor producción”, pues eso terminará por acabar con la empresa. Gerentes de industrias textiles como José Santos, de OndadeMar, aseguran que una buena medida para que las empresas no se vean afectadas por los bajos precios es “segmentar bien el público y ofrecer siempre productos de calidad”.

Las opiniones

José Santos
Gerente de Onda del Mar

“Para que las empresas en el sector textil sean competitivas, deben ofrecer productos de mayor calidad y lograr una segmentación muy buena del mercado”.

Sandra Carrero
Gerente de mercadeo de Saeta

“La innovación nos permitió ser reconocidos en el país y ofrecer productos de calidad. Esa es nuestra gran ventaja competitiva”.