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¿Volver a casa cuando se pierde el empleo?

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Si, por el contrario, ya no vive más en casa de sus papás y le acaban de despedir, es posible que no pueda percibir los mismos ingresos que cuando trabajaba en un periodo menor a 10 años. 

Esto de acuerdo con un estudio realizado por el Banco de la Reserva Federal con sede en Cleveland.

Según el estudio elaborado por Patrick Coate, Pawel Krolikowski, y Mike Zabek, “los padres pueden proveer un lugar para dormir, ayuda para la búsqueda de empleo y asesoría, lo que puede disminuir la inestabilidad económica que le sigue a la pérdida del empleo”.

Los adultos de entre 25 y 35 años que vivían en el mismo vecindario que sus padres ganaron, cinco años después de haber perdido un empleo, la misma cantidad que un grupo de control de personas que no perdieron el empleo. 

Por el contrario, quienes vivían a una distancia lejana de sus padres experimentaron una fuerte disminución en sus ingresos que persistió 10 años después de que perdieron el empleo.

De acuerdo con el estudio, en el caso de las personas con una edad de entre 36 y 55 años esta tendencia no se confirma, ya que no se registró una diferencia sustancial entre quienes fueron despedidos pero viven cerca de sus papás y aquellos que viven lejos de sus padres. Esto tal vez se deba a que muchos de los adultos de entre 36 y 55 años que viven con sus padres o cerca de ellos lo hacen para cuidarlos.

Para los autores del estudio, esto no demuestra que la ayuda de los padres es la causa de que los ingresos de las personas adultas de entre 25 y 35 sean mayores. “Sólo muestra que están relacionadas”, refiere el artículo.

El estudio está basado en los datos del Panel Study of Income Dynamics entre 1968 y el 2013. Se eligió a los individuos de entre 18 y 62 años de edad y se tomaron en cuenta sólo los datos de quienes eran considerados jefes del hogar, sin distinción de género. 

“Se incluyen observaciones repetidas de la información demográfica de los individuos y sus ganancias laborales en el año inmediatamente anterior, sus historiales de trabajo y la ubicación de los padres”, explicó el estudio del banco central de Cleveland.

Sobre este comportamiento de los jóvenes que vuelven a sus hogares, Alfredo Barragán, experto en finanzas personales, cree que es una solución para reducir gastos, aunque “no es un fenómeno tan sencillo”. 

“De entrada se van a disminuir costos, pero le baja el reto de ser más creativas a las personas para reacomodarse a las nuevas condiciones laborales”, consideró Barragán. 

El estudio destaca, según cita el diario El Economista, que los despidos conducen a una gran disminución inicial en las ganancias anuales de aproximadamente US$10.000 dólares, lo que representa entre 20% y 25% de los ingresos base del estudio, para la población que hizo parte de este. 

Quienes fueron despedidos son además relativamente más jóvenes que el grupo de control conformado por quienes no fueron despedidos. También tienen un nivel de estudios menor y han estado con su empleador por menos tiempo que quienes no fueron despedidos.

Ahora, los investigadores, ofrecen tres razones por las cuales es bueno vivir con sus padres si usted acaba de perder su empleo. 

La primera tiene que ver con que los padres pueden ayudar a mantener la estabilidad económica después de un despido, gracias a que pueden proporcionar vivienda, cuidado de los niños, así como alimentación. 

En segundo lugar, los padres pueden ayudar a sus hijos desempleados a encontrar un nuevo empleo a través de sus propias relaciones sociales, lo que les evitaría salir a buscar trabajo. 

En tercer lugar, lo expertos destacaron que los padres sirven como fuente de motivación y de estímulo a sus hijos, para lograr que vuelvan a encontrar un trabajo, de buenas condiciones y en un periodo de tiempo considerable. 

Sin embargo, el especialista en finanzas, Alexander Ríos, cree que esta salida sencilla, puede traer problemas en cifras macro, si continúa esta tendencia, afectando, por ejemplo, el consumo. 

Ríos cree que  “salir de casa es un primer paso a la profesionalización, y volver ahorra algunos gastos, pero esa tendencia se vuelve en contra, pues a largo plazo, lo primero que se va a haber es una caída en el empleo, porque podrían tomarse más tiempo para buscar trabajo y una afectación en el consumo de los hogares, porque se elimina un hogar de la economía nacional”.

Alrededor de 35.000 personas formaron parte de este estudio, entre las que se detectaron 1.350 despidos, de los cuales 900 ocurrieron cuando la persona no vivía con sus padres o cerca de ellos y solo 450 vivían cerca de sus padres o con ellos.

Seguridad social, afectada

Más allá de volver a casa de los padres para ayudar a solventar la crisis económica cuando no se tiene trabajo, también hay que fijarse en que se deja de aportar a pensión y muy seguramente, también se afectará el pago de un servicio de salud. Por eso los expertos recomiendan que, aunque se quiera volver al hogar, esto sea solo provisional y no un plan a largo plazo.

Las opiniones

Alfredo Barragán
Experto en finanzas

“Si uno vuelve al hogar, de entrada se van a disminuir los gastos, pero a las personas se les disminuye el reto de ser más creativas para reacomodarse a las condiciones laborales”.

Alexander  Ríos
Especialista en finanzas

“Lo primero que se va a ver es una caída en el empleo porque podrían tomarse más tiempo para buscar trabajo y habrá una afectación en el consumo de los hogares”.