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¿Cómo escoger un buen vino en un restaurante? Aquí le contamos algunos consejos

Gráfico LR.

No hace falta entender mucho sobre vinos para dar con uno de calidad, basta con tener unas nociones básicas y dejarse llevar por el instinto

Expansión - Madrid

Cualquiera puede hablar de la vez en la que le sirvieron un buen vino o de su deseo por tener la oportunidad de degustar uno. Pero, a la hora de entrar en detalles, para más de una persona puede resultar complicado explicarlo o describirlo, como si fuese un concepto abstracto o que no estuviese del todo claro. Y es que ¿qué es un buen vino? La respuesta es aquel que presente un equilibrio entre sus taninos, acidez y alcohol, así como una textura aterciopelada, un sabor intenso con matices y que persista en boca. Esas son las cualidades que distinguen a los mejores vinos del resto, por lo que serán aquellas en las que uno deba fijarse a la hora de enfrentarse a la cata de un vino y analizar la calidad de este. Pero esto solo sirve de ayuda una vez que ya se tiene la botella delante, lista para servir. La verdadera pregunta es ¿cómo escoger un buen vino?

Ya sea porque se está de celebración en un restaurante especial o porque se está participando en las actividades de una ruta vinícola por España, entre otros muchos escenarios, esta no es una decisión menor. Dado que puede mejorar considerablemente la experiencia gastronómica. Sin embargo, no todo el mundo tiene conocimientos amplios acerca del mundo del vino como para saber cómo escoger uno bueno. Y tampoco es necesario, tan solo bastará con tener en cuenta una serie de consejos para elegir un buen vino en un restaurante. Además de qué errores conviene evitar.

Consejos para asegurarse de escoger un buen vino en un restaurante

No hace falta entender mucho sobre vinos para dar con uno de calidad, tal y como ya se ha adelantado. Basta con tener claras unas nociones básicas y dejarse llevar un poco por el instinto. Y siempre adaptarse a la situación, dado que la primera cuestión que habría que plantearse es algo tan simple como las preferencias de cada cual. ¿Vino tinto o blanco? Esta será una primera elección básica, dado que no todo el mundo es aficionado al primero, por ejemplo. En este punto, cuantos más detalles de experiencias pasadas puedan aportarse, mejor. Si se prefieren más o menos ácidos, intensos o suaves, afrutados o especiados.

Esto lleva al siguiente consejo: no tener miedo a preguntar. Una de las mejores cosas que se puede hacer a la hora de escoger un vino en un restaurante consiste en consultarle directamente al sumiller. Este será capaz de ofrecer buenas sugerencias y, más importante, tomar en cuenta las preferencias del comensal con los detalles que este haya podido aportar.

Además, será algo importante para el siguiente aspecto a tener en cuenta para escoger un buen vino, el maridaje. Uno de los condicionantes que determinan qué vino se tomará durante una velada gastronómica son los platos que se van a degustar. Por ejemplo, los vinos blancos son un acompañamiento ideal para los arroces, el pescado o la pasta. Mientras que el tinto casa a la perfección con los platos de caza, las carnes asadas, los guisos y el queso o los embutidos. En esto, la orientación del sumiller también puede resultar de gran ayuda.

Si tienes la oportunidad de probar un vino antes de pedirlo, tómala siempre. Solo así es posible asegurarse de si ese vino puede encajar o no con los gustos y preferencias de cada persona. Además, se trata de una forma excelente para salir de la zona de confort y probar nuevos sabores y matices.

¿Qué errores se suelen cometer a la hora de escoger un vino en un restaurante?

Uno de los errores más frecuentes al escoger un vino en un restaurante consiste en dejarse llevar por el precio: el vino más caro no tiene por qué ser el mejor. Sobre todo, si se tienen en cuenta las inclinaciones de cada cual. Del mismo modo que tampoco significa que los vinos más baratos de la carta vayan a ser los "peores". Caprichos aparte, lo mejor siempre será consultar con el sumiller.

Otro fallo muy común consiste en no pedir una copa adecuada para un vino en particular si el servicio no la ha ofrecido. Normalmente, los vinos blancos se sirven en copas más alargadas y estrechas, aunque también las puede haber más achatadas y amplias. Mientras que, en el caso de los vinos tintos, las copas son mas espaciosas y anchas. Un buen truco para averiguar si es una copa adecuada o no para ese vino consiste en fijarse en el resto de mesas del restaurante. O, siempre la mejor opción, directamente preguntar al personal del establecimiento.

Anteriormente se ha señalado lo importante que es, en ciertas ocasiones, dejarse llevar por la intuición. Esto se aplica a la hora de identificar si un vino está malo. Algunas señales que lo delatan serán un olor o sabor avinagrado, que significa que se ha picado; un aroma a rancio, un signo de que está oxidado; o un fuerte olor al corcho o a moho, lo que lo delata como vino defectuoso. En cualquiera de esos casos, así como otra sospecha que genere duda, hay que consultar al sumiller para que lo revise y sea devuelto.

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