Consumo

Entienda nomenclatura de una llanta antes de comprarla

Bloomberg

Vanessa Pérez Díaz

Son pocas las personas que al momento de comprar una llanta toman esta decisión analizando la nomenclatura que aparece tallada en el caucho.

Comprar con este desconocimiento es muchas veces la razón por la que los neumáticos se desgastan antes de tiempo o el vehículo pareciera tener mayor resistencia al rodar en el asfalto.

Para que esto no le suceda, Michelin entregó una guía práctica que no solo le explica en detalle cada uno de los datos que aparecen en una llanta (ver infografía), sino que además ofrece consejos para el uso y mantenimiento.

Antes de hablar de las recomendaciones, una parte de la información que debe tener muy presente cuando vaya a comprar una llanta, así no entienda el resto de la información, es la nomenclatura. Estos son los números y letras que aparecen a un costado del caucho en un gran tamaño. Existen dos tipos de nomenclatura: el sistema métrico y el sistema americano. Ambas poseen los mismo datos en cuanto a la dimensión de la llanta, el ancho y si es de tipo radial o convencional.

Una vez tenga la llanta exacta para su automóvil debe estar pendiente de tres aspectos: calibración, presión y válvula.

La calibración debe ser la misma que recomienda el fabricante, mientras que la presión debe verificarse siempre con las llantas frías, con el vehículo detenido por lo menos durante dos horas como mínimo. Lo recomendable es hacerlo dos veces al mes, con un manómetro previamente verificado.

'Las llantas menos gastadas o en mejor estado deben estar siempre ubicadas en el eje trasero para ofrecer una mayor seguridad a los ocupantes del vehículo', indicó Camilo Millán, responsable de Marketing Producto para auto y camioneta de Michelin.

Por último, no olvide que las llantas están hechas para soportar la carga, dirigir el vehículo, generar las fuerzas de aceleración y de frenado, ayudar a la suspensión, y garantizar confort y estabilidad.

Los efectos de no hacer el mantenimiento
Los expertos de la marca Michelin también explicaron cuáles son las consecuencias de no estar atentos a aspectos como la presión de las llantas. Por ejemplo, si un neumático no tiene la presión correcta se pierde el rendimiento kilométrico y se pone en riesgo la seguridad. Así mismo, las llantas con presión por debajo de la recomendada conllevan a un mayor consumo de combustible y se desgastan más rápidamente. Pero si cree que eso es lo único malo, hacer lo contrario también lo es. Las llantas con presión superior a la recomendada reducen la adherencia y facilitan el surgimiento de daños por impacto.