A un mes de acabar las sesiones en el Congreso, reforma tributaria no se ha discutido
viernes, 15 de noviembre de 2024
Mientras el Gobierno denunció que desde el Senado "desecharon" el debate, los legisladores están a la espera de las audiencias públicas
El 16 de diciembre se acaban las sesiones legislativas en el Congreso, y entre los cientos de proyectos que se discuten en el parlamento la “ley de financiamiento”, o reforma tributaria, sigue sin ser discutida. La iniciativa que se radicó el 10 de septiembre, es clave para el futuro fiscal, pues pretende financiar casi $12 billones del Presupuesto General de la Nación de 2025.
Son varios retos los que tiene las finanzas públicas del próximo año, además de la deuda, entra en vigencia el nuevo sistema pensional, y se deben avanzar en proyectos sociales y de infraestructura. Estos han sido los argumentos para solicitar la ampliación del Presupuesto del próximo año y por ende la ley de financiamiento.
Finalmente, el Presupuesto pasará por decreto, pero la tributaria no puede hacer lo mismo. Cabe recordar que ese proyecto de ley fue presentado como una ley ordinaria, es decir, tiene hasta el 20 de junio de 2025 para ser aprobado en primer debate, y en caso de superarlo, tendría hasta junio de 2026 para superar el trámite en el legislativo.
Por ahora el trámite no corre contra el tiempo, pero desde el Gobierno ya empiezan a presionar para que se arranque con la discusión, y el dilema es que hay una bancada que públicamente está en contra de la iniciativa, y según el presidente Gustavo Petro, deliberadamente están posponiendo el debate.
A través de su cuenta de X, Petro dijo que el presidente del Senado, Efraín Cepeda, “desechó” los acercamientos con el Gobierno para avanzar con la reforma y que sus prejuicios ponen en riesgo la estabilidad económica.
“Creen con mucho egoísmo social que si el gobierno se queda sin dinero, no podrá cumplir su programa y el pueblo votará entonces por la política tradicional que sobre endeudó a Colombia entre 2020 y 2021. O creen falsamente que sin dineros presupuestados, el gobierno perderá apoyo popular y será fácil derribarlo, para que el presidente del Senado asuma la conducción del Estado y se vaya el fantasma que detestan: el gobierno de la paz y la justicia social”, posteó Petro.
Cepeda es uno de los líderes de los bandos opositores, y aunque en otras ocasiones ha señalado que “cuenta con los votos” para hundir los proyectos del Gobierno, sobre la ley de financiamiento dijo que es necesario estudiar de fondo el proyecto, para evitar que la reforma no afecte la dinámica de reactivación y crecimiento.
“Señor Presidente, le quiero contar que la ley de financiamiento, que así se llama, está en trámite, las comisiones económicas ya nombraron ponentes, se aprobaron las audiencias que enriquecerán el debate, y la autorización que tengo que dar es simplemente para sesionar en forma conjunta las comisiones económicas. Esa resolución ya la firmé, una vez se surtan las audiencias tendremos ponencia y se discutirán en esas comisiones. Esto lo sabe el ministro del Interior”, publicó Cepeda en X.
El Gobierno ha intentado acercarse a los congresistas, incluso opositores, pero algunos alegan que a las reuniones convocadas por el Palacio de Nariño no asiste el presidente Petro, y dichos encuentros son liderados por la directora del Dapre, Laura Sarabia.
Públicamente no se saben cuantos encuentros se han adelantado en palacio, pero varios parlamentarios están a la espera de las audiencias públicas y los cronogramas para escuchar a diversos sectores, y avanzar con el trámite de la ley de financiamiento.
“Esta reforma tiene dos componentes. La mitad busca recaudar $6 billones vía impuestos nuevos, ajustes a patrimonio y demás, y otros $6 billones flexibilizando la regla fiscal, es decir, con más deuda. No me suena, no me parece sensato ni serio, pero vamos a dar toda la discusión”, dijo la presidente de la Comisión Cuarta del Senado, Angélica Lozano.
Otra de las posturas de los legisladores es que la propuesta no soluciona el problema del riesgo fiscal que afronta el país, por lo que una nueva tributaria aumentaría la incertidumbre y la desconfianza.
“No es una reforma para crecer, porque hay reformas que definitivamente detienen el crecimiento y generan más desconcierto y desconfianza. Deberemos buscar también cómo están compuestas las partidas del gasto, porque el gasto de funcionamiento ineficiente, corrupto, lo deberemos volver inversión”, señaló el representante a la Cámara, Óscar Darío Pérez.