Economía

Algodoneros dejarán de recibir $47.000 millones

Paula Delgado

En respuesta el ministro de Agricultura, Aurelio Iragorri, decidió incluir al sector en el plan ‘Colombia Siembra’, que le apunta a incrementar las áreas cultivadas hasta un millón para 2018. “Básicamente les colocamos unas exigencias en siembra y requisitos fitosanitarios, les facilitamos el acceso al crédito, el desarrollo de maquinaria y buscamos una garantía de precio, entre otros mecanismos”.

El titular de la cartera fue enfático en decir que no seguirá con la aplicación de subsidios de $2 millones por tonelada “cuando algunos algodoneros producen 400 kilos por hectárea, siendo que el promedio de productividad está cercano a los 800 kilos. No hay derecho a que eso esté pasando”, dijo.

Sin embargo, el presidente de la Confederación Colombiana del Algodón (Conalgodón), Cesar Pardo, fue enfático en que el apoyo al precio no puede desaparecer de un momento para otro. “Lo que proponemos es que en la medida en que se vayan haciendo una serie de inversiones y vayamos encontrando productividades más altas vayamos bajando gradualmente el apoyo que además va es al costo de producción”. También aseguró que en algunas zonas del país la producción no supera los 750 kilos.

El Gobierno Nacional ha destinado entre $40.000 y $50.000 millones anuales para mitigar la crisis de los algodoneros pero aún con un periodo de gracia de 10 años los avances no han sido significativos. Cabe destacar que para el caso de Estados Unidos, el mayor proveedor mundial con 40% de las exportaciones, las ayudas se estiman en más de US$4.000 millones

De acuerdo con el Departamento Nacional de Planeación el  mercado internacional del algodón se caracteriza por tener precios con una alta volatilidad causados, en gran medida, por las políticas internas de apoyo y los subsidios a la exportación. De hecho, es uno de los productos agropecuarios con más protección. Se estima que la mitad del mercado se beneficia de algún tipo de ayuda, lo que significa barreras a una comercialización que involucra a más de 150 países.

De no llegarse a un mecanismo adecuado, en efecto el cultivo de algodón podría desaparecer, dado que solo en dos décadas las casi 300.000 hectáreas sembradas se redujeron a un poco más de 23.000. Pardo destacó que es necesario hacer inversiones en renglones que generen competitividad al productor como riego, maquinaria, semillas y adecuación de suelos, “una serie de cosas que hay que programarlas por lo menos en cinco años”, explicó.

Por ahora, fruto de un acuerdo, quienes ya habían sembraron algodón y lo van a cosechar entre enero y febrero de 2016 (específicamente en la Costa Atlántica) seguirán recibiendo los beneficios del Conpes a través de una compensación.

La opinión

Cesar Pardo
Presidente de Conalgodon

“El apoyo al precio no puede desaparecer de un momento para otro. Proponemos que se haga gradualmente conforme encontremos productividad”.