Economía

Alza en hectáreas cultivadas de coca pone en duda la paz sostenible

La República

Diego Carranza Agudelo

Dicho artículo del WSJ afirmó que “las nuevas cifras, basadas en imágenes satelitales estadounidenses, muestran que los agricultores de zonas como El Tarra en Norte de Santander han estado cultivando más coca”. Además, en el informe se argumentó que hay otras razones por las que ha proliferado esta práctica. 

El tema resultó ser tan preocupante, tanto para el Gobierno Nacional como para el de los Estados Unidos, que el secretario de Estado adjunto para narcotráfico y asuntos de seguridad del país norteamericano, William Brownfield, es ahora uno de los jugadores que pretende asesorar al país en materia de erradicación.

Precisamente al respecto, el alto consejero para el posconflicto, Rafael Pardo, aseguró  desde Viena en el 60º periodo de sesiones de la Comisión de Estupefacientes de las Naciones Unidas, que la paz solo sería sostenible si se soluciona de raíz este problema.

“Como el acuerdo de paz tomó los cultivos de uso ilícito, lo que estamos buscando es tener una política que permita hacer la paz sostenible. Tanto el Gobierno como las Farc entienden que mientras haya esas áreas de coca la paz no va a ser sostenible. Mientras exista una mata de coca alguien va a cortar las hojas, alguien va a procesarlas en cocaína y ese alguien va a ser un grupo ilegal”, afirmó Pardo.

De igual modo, la canciller, María Ángela Holguín, resaltó en la misma reunión que la situación era mucho más compleja de resolver de lo que se pensaba, teniendo en cuenta la costosa demanda del estupefaciente.

“Un kilo de hoja de coca se lo compran al campesino colombiano en US$1. Ese, dentro de Colombia ya cuesta US$2.500. Pero cuando pasa a Centroamérica, ya vale entre US$10.000 y US$15.000. Cuando llega a Estados Unidos, vale US$25.000 el kilo, a Europa, US$40.000 y a China US$70.000. Ahí estamos viendo el tamaño del problema”.