Hacienda

Ante la Cámara, Carrasquilla nuevamente desmiente su relación con los bonos agua

La argumentación del ministro consistió en analizar los puntos de funcionamiento del sistema de bonos

José David Castilla

Durante su intervención en el debate de moción de censura convocado por la Cámara de Representantes, el ministro de Hacienda, Alberto Carrasquilla, afirmó que no participó en la creación de la Ley 1176 de 2007. El ministro alegó que cuando esta regulación fue promulgada, él ya se había retirado de la dirección del Ministerio de Hacienda.

Carrasquilla afirmó que el autor de esta ley fue el ex Ministro de Hacienda Oscar Iván Zuluaga, también argumentó que el proyecto de ley fue radicado en la Cámara de Representantes el 5 de septiembre de 2007. Dijo que no participó ni en la construcción del texto legal, ni en ninguno de los cuatro debates que atravesó el proyecto en el Congreso de la República para convertirse en Ley. Ante esta situación normativa, aclaró que no tuvo ninguna relación en la creación de esta ley.

El ministro también afirmó que se están sobredimensionando los aspectos y alcances de este proyecto de ley. También afirmó que esto hizo posible el giro de los recursos del Sistema General de Participación a patrimonios autónomos o esquemas fiduciarios para proyectos de inversión. Estos recursos permitieron la inversión en proyectos de agua potable y saneamiento básico.

Frente al tema del enriquecimiento de los bonos agua, el ministro aclaró que no se generó un incremento de su patrimonio con estos bonos. Ante esta aseveración de los opositores, Carrasquilla aclaró que él y sus socios no se apropiaron de la diferencia entre las tasas de los bonos y del préstamo a las entidades territoriales. El funcionario aseguró que su papel se concentraba únicamente en asesorar la emisión de los bonos.

En la argumentación de Carrasquilla también aclaró que los bonos agua no afectaron las financias de los entes territoriales y departamentales. Bajo consideración del ministro, el modelo de los denominados “bonos agua” les permitía a los municipios acceder a las tasas más bajas en ese momento. En el recuento de los porcentajes ofertados por los bonos, el ministro dijo que estos bonos tuvieron un spread (diferencia de compra y venta de un activo financiero) fue de 11% sobre las UVR (Unidad de valor Real). En comparación, un crédito hipotecario tenía un spread de 12,4%, en promedio.

"Las tasas de intereses partieron del mercado. Incluso se hicieron unas subastas, los cuales se surtieron y se estableció el porcentaje de los intereses", aclaró el Ministro.

Este modelo fue replicado en otras ciudades de Latinoamérica, donde se han emitido bonos comparables, pero con un nivel de vida financiera mucho más corto a los que se establecieron con estas herramientas. Mientras que en otros países se estableció que la vigencia de los bonos estuviese entre los 3 y 10 años, mientras que los “bonos agua” están programados a 19 años.

En el papel de Findeter, Carrasquilla afirmó que Findeter siguió cumpliendo el mismo papel dentro del esquema fiduciario y financiero de los bonos. Aclaró que no se realizó una operación de salvamento, sino una simple sustitución de acreedores; algo perfectamente válido.

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