Atraer a pacientes sanos y desestimular a enfermos sería estrategia de las EPS
lunes, 25 de agosto de 2014
María Alejandra Solano Vargas
Los tiempos largos de espera para tener una cita con un especialista, no tener certeza de los diagnósticos y que el médico sea descortés con el paciente podrían ser parte de una estrategia de las EPS para desestimular a pacientes enfermos y atraer a los sanos.
Estas conclusiones hacen parte de un estudio llamado “Competencias en el Sector Salud: Énfasis en el Caso Colombiano”, elaborado por el Centro de Estudios sobre Desarrollo Económico (Cede) de la facultad de Economía de la Universidad de Los Andes y a cargo del investigador David Bardey.
“Hay que hacer una ajuste de riesgos más finos, hay que incluir más variables, para minimizar la balanza de los gastos individuales, para que sea más difícil introducir cuáles son las personas que generan más gasto y menos gastos”, propone Bardey.
Para Jaime Arias Ramírez, presidente de la Asociación Colombiana de Empresas de Medicina Integral (Acemi), este fenómeno no se presenta en Colombia desde hace mucho tiempo, además, hace parte de un análisis académico a lo largo del mundo y se concentra en las compañías de seguro privadas”.
“En primer lugar, en Colombia está prohibido. Además, con los ajustes de riesgos a la Unidad de Pago por Capitación (UPC) es prácticamente igual tener pacientes jóvenes que viejos, porque las EPS reciben más UPC por la población que se enferma”, agrega Arias.
En contraposición, la percepción de los pacientes es que ese proceso de que los enfermos se desestimulen para permanecer cierta EPS, se da incluso antes del proceso de contratar con la misma.
Néstor Álvarez, representante de los pacientes de alto costo, cuenta que las personas con enfermedades terminales son rechazadas por las EPS después de que se ha marcado la enfermedad en el cuestionario de afiliación.
Los análisis recientes de los pacientes han encontrado que el enfermo no cambia de EPS porque la gente se acostumbra al servicio. Un ejemplo de esto es lo que pasó con Humana Vivir, allí la gente no se cambio hasta que no liquidaron la empresa, dijo Álvarez. Y agregó, “lo que las EPS hacen es retención del costo, se demora y de esa manera se economiza el costo por paciente”.
Para solucionar este problema, el Gobierno podría emitir en los próximos días un decreto para que las afiliaciones queden en manos del Ministerio de Salud.
Reducir la UPC
Otra de las premisas del experto en salud de Los Andes es disminuir la Unidad de Pago por Capitación, es decir, reducir el valor per cápita que el Gobierno le reconoce a cada EPS para que garantice la prestación del servicio del Plan Obligatorio de Salud.
Para Bardey, hoy en día las EPS solo compiten en calidad, mientras que los usuarios no saben medirla. “La competencia no es real. Hay ganancias de eficiencia que quedan en las EPS sin competencia en precios de mercado”.
La política que propone el autor consiste en que se reduzca la UPC que les entrega el Gobierno y se les deje a las EPS cobrar un valor adicional de manera directa a los afiliados. A esto el investigador lo llama una prima de seguros, que no sería necesariamente más costoso de lo que se paga actualmente.
“Las EPS podrían competir con lo que cobran a los afiliados, las que sean más eficientes que otras tendrán mayores utilidades, pero estas ganancias de eficiencia se trasmitirían al resto del sector”.
Para 2014, el Gobierno aumentó 4,4% este monto de la UPC con respecto a 2013. El valor promedio para este año es de $593.978 para el régimen contributivo y $531.388,8 para el régimen subsidiado.
Por su parte, Arias asegura que la UPC no es suficiente por lo que disminuirla acabaría con el sistema. Sin embargo, una alternativa para mejorar la situación financiera de la salud sería que la reducción de la UPC estuviera acompañada de un ajuste en los copagos para la gente que tiene capacidad de pago.
En duda administración de IPS en Ibagué
El ministro de Salud, Alejandro Gaviria, aseguró a través de su cuenta de Twitter que “los problemas del hospital Federico Lleras Acosta de Ibagué se originan esencialmente en la corrupción y la mala administración”. El Ministro también puso en tela de juicio la deuda de la institución al decir que “la supuesta cartera de $120.000 millones es una ficción. La realidad es muy distinta. Cuentas alegres para esconder problemas reales”. Actualmente, los proveedores están restringidos y los médicos de la institución en paro.
Las opiniones
David Bardey
Investigador DE LA universidad de los andes
“Hay que incluir más variables en el sistema de riegos y así minimizar la balanza de gastos individuales, para que sea más difícil introducir cuáles son los que generan más gasto”.
Jaime Arias Ramírez
Presidente de ACEMI
“La Unidad de Pago por Capitación (UPC) no es suficiente. Hay muchos estudios que demuestran que disminuirla acabaría con el sistema de salud”.