El Alcalde de Bogotá busca atraer mayor inversión privada en la Colombia de Petro
viernes, 2 de agosto de 2024
El segundo funcionario electo más poderoso de Colombia, Carlos Fernando Galán, está buscando convertir la capital en un oasis favorable a los inversores en una nación gobernada por la izquierda radical.
Bloomberg
Desde que asumió el cargo en enero, el alcalde de Bogotá se ha enfrentado en repetidas ocasiones con el presidente Gustavo Petro por sus visiones rivales de la caótica ciudad de 8 millones de habitantes, que se extiende por una meseta a más de 2.600 metros sobre el nivel del mar.
“Vamos a crear las condiciones para que el sector privado vea en Bogotá un sitio donde van a encontrar oportunidades y apoyo para la inversión”, dijo Galán, en una entrevista en el Palacio de Liévano, donde despacha el alcalde.
Si Galán logra reactivar la economía de Bogotá, que representa aproximadamente una cuarta parte de la producción nacional, mantener en marcha su proyecto de metro de US$6.000 millones y restablecer el orden en sus calles plagadas de delincuencia, se convertirá en un fuerte aspirante a una futura candidatura a la presidencia. El propio Petro fue alcalde de Bogotá de 2012 a 2016.
Galán forma parte de una conocida dinastía política. Su padre era el principal candidato a la presidencia cuando fue abatido por el cártel de Medellín de Pablo Escobar en 1989, y su hermano mayor, Juan Manuel, es un antiguo senador que lidera el partido Nuevo Liberalismo. Varios de sus otros parientes también participan activamente en política.
El alcalde fue elegido con la votación más alta de la historia reciente de Bogotá, pero su popularidad ha caído desde entonces, hasta el 47% en junio, 12 puntos porcentuales menos que tres meses antes. La delincuencia es, con diferencia, la mayor preocupación de los bogotanos: el 86% de los encuestados en un sondeo de Invamer afirmó sentirse “inseguro” o “muy inseguro”, una cifra superior a la de otras grandes ciudades del país.
Galán reconoció que la delincuencia es un problema importante que hay que abordar, y afirmó que la ciudad tiene previsto invertir en más cámaras para ayudar a la Policía a reaccionar más rápidamente ante robos y homicidios.
Visiones rivales
Para impulsar la economía de Bogotá, Galán dijo que la ciudad concederá exenciones fiscales a las nuevas empresas. La ciudad también quiere ayudar a la construcción acelerando el proceso de concesión de licencias de construcción, dijo.
Entre los sectores con mayor potencial de crecimiento figuran los equipos médicos, los productos farmacéuticos y los centros de datos.
“Estamos comprometidos para que Bogotá genere condiciones, de seguridad, jurídica para las empresas que quieran invertir en Bogotá”, dijo. “Queremos ser también una especie de oasis en el sentido de que la gente sepa que si viene a Bogotá, este gobierno va a tratar de proteger esas inversiones”.
Sus propuestas le han enfrentado a Petro quien, en su intento por revisar el modelo económico de Colombia, ha elevado los impuestos a las empresas y a los colombianos ricos para financiar programas sociales.
Una tensa relación
Durante la campaña a la alcaldía, Galán se enfrentó a Petro por el proyecto del metro elevado de Bogotá, que el presidente considera que debe ser aplazado y sustituido por uno subterráneo más grande. El alcalde también ha ordenado a los trabajadores de la ciudad que ignoren los llamados Días Cívicos declarados por Petro, durante los cuales los empleados públicos no tienen que trabajar.
Adicionalmente han discrepado sobre la ampliación de una autopista que pretende eliminar los embotellamientos de tráfico en el norte de Bogotá. Petro se opone al proyecto alegando que causará daños medioambientales.
Los candidatos aliados a Petro perdieron en las cinco ciudades más grandes del país, lo que estableció tensas relaciones entre los líderes locales y el gobierno central.
Muchas regiones están ansiosas por mejorar las deficientes conexiones de transporte que durante siglos han frenado su industria y agricultura. Colombia ocupó el puesto 102 de 140 naciones en calidad de infraestructura vial, detrás de Bolivia y Sierra Leona, según un estudio de 2018 del Foro Económico Mundial.
Sin embargo, Petro ganó la presidencia con la promesa de eliminar gradualmente el uso de combustibles fósiles, y ha argumentado que los proyectos para mejorar la calidad del agua potable, el medio ambiente y la educación hacen más por los pobres que la construcción de carreteras.
Empresa de bajo rendimiento
Otro de los pilares de la plataforma económica de Galán consiste en tratar de reactivar la Empresa de Telecomunicaciones de Bogotá SA (ETB). La ciudad está estudiando posibles “alianzas” para la empresa después de que la dura competencia acabara con cuatro quintas partes de su valor. No dio detalles sobre lo que podría implicar un acuerdo de este tipo.
La capitalización bursátil de ETB se desplomó a 284.000 millones de pesos (US$70 millones) este año, un 84% menos que una década antes.
“No hemos pensado en vender ETB, pero sí creo que hay que buscar alternativas que permitan que la inversión que esté allí siga produciendo o siendo una ventaja para Bogotá”, dijo Galán.
Galán dijo que la ciudad protegerá su “joya de la corona”, el Grupo Energía Bogotá SA, o GEB, manteniéndolo libre de interferencias políticas. Bogotá tiene una participación del 65,7% en la empresa de electricidad y gas natural, que es la cuarta más valiosa de las que cotizan en bolsa.
El GEB seguirá expandiéndose por América Latina e invirtiendo en más proyectos de energías renovables, dijo Galán.
“Vamos a crear las condiciones para que el sector privado vea en Bogotá un sitio donde van a a encontrar oportunidades y apoyo para la inversión”, dijo Galán, en una entrevista en la Alcaldía.