Bogotá es el tercer destino para viajar en Semana Santa de acuerdo con Anato

Si bien Semana Santa es una temporada conocida por propiciar el turismo religioso y espacios de peregrinación de los católicos, el turista colombiano prefiere otras opciones de viaje que distan de las tradicionales aglomeraciones que llegan a ciudades como Buga y Popayán en la Semana Mayor.

Según la Asociación Colombiana de Agencias de Viajes y Turismo (Anato) el año pasado, solo 11,9% de los productos turísticos que se vendieron en esta temporada estaban relacionados con paquetes culturales y religiosos. Estos fueron superados por el turismo de sol y playa, que acaparó 20% de los paquetes de viajes, y el turismo náutico y de cruceros, que se llevó 13,7% de los destinos.

“Anteriormente, la Semana Santa era aprovechada por los colombianos para viajar a lugares que les permitiera acercarse a las tradiciones religiosas y ser partícipes de las misas y procesiones. Sin embargo, con el tiempo la tendencia ha cambiado un poco con la búsqueda de espacios que les permitan no realizar hacer actividades litúrgicas, sino descansar mientras viven nuevas experiencias”, explicó Paula Cortés, presidente de Anato.

Aunque la mayoría de turistas siguen prefiriendo ir a Cartagena (10,4%) y San Andrés (10,10%), las dos principales capitales del país, Bogotá y Medellín, también captaron un flujo importante de personas, pues los movimientos hacia estas ciudades fueron 8,7% y 7,6% del total de los trayectos, ubicándose en la tercera y la quinta posición de las ciudades más demandadas para viajar.

Precisamente, en lo que va del año, las terminales de transporte de Bogotá y de Antioquia son por las que mayor número de personas han transitado, solo superadas por la del Valle, que según cifras del Centro de Información Turística de Colombia (Citur), a enero había transportado 1,55 millones de personas.

El docente de la Facultad de Empresas Turísticas y Hoteleras del Externado, Manuel Leguizamón, sostuvo que a los datos de Anato se deben sumar las personas que viajan en carro particular, transporte público o que reservan por internet, pues estas no usan agencias de viajes.

Según Leguizamón, por estos medios llegan muchas personas a ciudades con clara vocación hacia el turismo religioso. Para el docente, “la misma Bogotá, sumada al Festival Iberoamericano de Teatro, que está en esta temporada, se vuelve un destino para el turismo doméstico”, pues la ciudad se ha convertido en un eje para el turismo cultural y también corporativo.