Infraestructura

En Bogotá solo cerca de 40% de las edificaciones son consideradas como sismorresistente

Colprensa

Bogotá está localizada en una zona de amenaza intermedia sísmica, lo que deja en vilo a las edificaciones más antiguas de la ciudad

Stephania Aldana Cabas

Bogotá está localizada en una zona de amenaza sísmica intermedia, generada por los diversos sistemas de fallas geológicas activas existentes en el país, en mayor o menor grado en función de la distancia de la capital a estos sistemas.

En la actualidad, no hay un estudio que le indique a los ciudadanos cuáles son las zonas de la ciudad más proclives a presentar daños en infraestructura por un movimiento telúrico.

Daniel Ruiz, profesor asociado de la facultad de ingeniería de la Pontificia Universidad Javeriana, miembro de la Junta Directiva de la Asociación Colombiana de Ingeniería Sísmica (Asosismica) y doctor en ingeniería, afirmó que "las condiciones de riesgo sísmico que afectan a Bogotá incluyen muchas variables, dentro de las que se cuentan las condiciones del suelo, la topografía, la calidad de la construcción, el tipo de sismo de acuerdo con la fuente que lo originó".

Sin embargo, las edificaciones antiguas que fueron construidas en el centro de la capital colombiana podrían tener mayores afectaciones en caso de un sismo, ya que fueron edificadas antes de la normatividad, (NSR-10), en la cual se establecen los lineamientos para la construcción de edificaciones y la microzonificación sísmica de la ciudad. De esta forma, "se garantiza que la estructura pueda soportar un sismo", agregó Ruiz.

En Bogotá solo cerca de 40% de las edificaciones son consideradas sismorresistentes; mientras que, 60% de los edificios y viviendas construidas fueron hechas sin cumplir con los estándares establecidos por las autoridades competentes, al ser construcciones informales y pueden llegar a presentar un colapso total, durante un movimiento telúrico.

Por ello, se recomienda que edificaciones que fueron construidas desde 1998 deben contar con las licencias y cumplir los requerimientos sísmicos ya que la norma NSR-10 estaba vigente. Y para aquellos edificios y casas que no se rigieron bajo este reglamento, se recomienda solicitar la evaluación de pórticos, vigas y columnas, mampostería, para determinar si es necesario reforzarlas.

La ley colombiana obliga a los propietarios de las edificaciones a llevar a cabo la rehabilitación sísmica de su infraestructura como una manera preventiva de disminuir la posibilidad de un colapso y de paso los fallecimientos que este hecho puede ocasionar.

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