Bogotá podría quedarse sin agua a largo plazo si sigue creciendo desordenadamente

El cambio climático y los objetivos con los que se ha comprometido el país requieren que Colombia cambie la manera como se relaciona con sus recursos. Mary Luz Mejía, presidente ejecutiva de la Asociación Colombiana de Ingeniería Sanitaria y Ambiental (Acodal), habló acerca de cómo está el país en materia ambiental.

¿Cómo está el uso del agua en el país actualmente?

En estos ocho años, la cobertura de agua potable aumentó a 97% en áreas urbanas, pero en las áreas rurales, la cobertura no llega ni a 90%. En estas zonas, si hay agua, es de muy mala calidad, porque no hay tratamientos adecuados. Además, tenemos un grave problema y es que nos volvimos los grandes contaminadores de nuestros ríos con las descargas de los alcantarillados. Estas aguas residuales deben ser tratadas antes de verterlas y en el país solo se tratan 31% de estas.

¿Cómo se puede cerrar esta brecha?

Buscamos que el próximo Gobierno eleve el recurso hídrico a política de Estado porque aunque la responsabilidad constitucional de dar agua está en los municipios, la mayoría de las pequeñas poblaciones no tienen la infraestructura técnica ni económica para brindar un buen servicio.

¿Cómo estamos en disposición de basuras?

En residuos se ha avanzado mucho en una disposición adecuada, pues anteriormente los disponíamos a cielo abierto, con todo lo que eso genera de contaminación. Hoy en día lo estamos haciendo con rellenos sanitarios. Sin embargo, tenemos un atraso frente a la economía circular, pues en los países desarrollados no se habla de disposición en rellenos, sino de aprovechamiento. Nosotros aprovechamos el 10% de los residuos que se recolectan.

El cambio climático es una realidad, ¿en qué debe trabajar el país para enfrentarlo?

El país ha asumido compromisos para reducir la emisión de gases de efecto invernadero (GEI), pero lo que Colombia aporta en GEI al planeta es mínimo. En cambio, somos de los países que más vamos a sufrir los efectos del cambio climático. Por eso, más que trabajar en el tema de mitigación, el país lo que debe tener como prioridad es la adaptación.

¿Qué medidas de adaptación se pueden tomar en el corto plazo?

Se deben respetar las riberas de los ríos, que aunque está prohibido, es ahí donde muchas personas se asientan. También es fundamental frenar la tala indiscriminada y reforestar estas zonas que fueron vulneradas.

Considerando esto, ¿existe el riesgo de que vivamos una situación como la de Ciudad del Cabo?

En el último periodo de sequía, hace dos años, 351 municipios estuvieron en crisis por desabastecimiento de agua para consumo, así que hay un riesgo. En el caso de Bogotá, el riesgo estaría a largo plazo, si la ciudad continúa creciendo de una forma desordenada.