Economía

Bogotá y Antioquia concentran la influencia política y económica

David "Chato" Romero

El codirector del Banco de la República, Adolfo Meisel, hizo un análisis sobre la participación de las otras regiones del país, en especial la Costa Caribe, para determinar los factores que han llevado a Bogotá y Cundinamarca a concentrar los ministros nombrados durante el siglo XIX. 

Su presentación hecha en el marco de la iniciativa Ciudad Caribe Colombia que lidera la Asociación Nacional de Empresarios de Colombia (Andi) muestra que mientras la Costa Caribe, si se compara entre el siglo XIX y XX, subió solo un punto su participación e influencia política pues pasó de 12% a 13%, Antioquia dio el salto para convertirse en la segunda región con más poder económico y político. 

Dicha afirmación se sustenta en el ascenso que tuvo la economía cafetera y la industrialización en Antioquia y en el rezago que generó la enfermedad holandesa y que tuvo como consecuencia unas exportaciones con un mal desempeño.  

Otro argumento que juega en contra de los pobladores caribeños es la separación del entonces Estado de Panamá (1903) y la división de los estados federales de Bolívar y Magdalena en siete departamentos. 

Esta situación también afectó al Cauca, otra región que tenía gran poder de decisión y que vio su territorio original dividido en 14 departamentos.  Cauca pasó de una participación en el gabinete ministerial de 14% en el siglo XIX a 4% en el XX. 

Cabe anotar que en el siglo XIX el país centró parte de sus guerras civiles a definir el modelo de organización territorial en el que chocaban las banderas federales y centralistas. Por su parte, Antioquia salió mejor librada debido a que cedió una parte del territorio para que creara el departamento de Caldas pero recibió 11.664 kilómetros de compensación en la región de Urabá, lo que dio acceso al mar. 

Lo anterior llevó a que la incidencia antioqueña pasara de 7% en el siglo XIX a 17% en el siglo XX. 

Esta reseña histórica lleva como reto y lección para el siglo XXI, según Meisel, a superar las divisiones localistas en la Costa Caribe con el fin de recuperar el terreno perdido. 

Mejorando la competitividad económica y convertir su peso electoral en poder político podría llevar a que la región tuviera un presidente de Colombia, hecho que no sucede desde 1894 con Rafael Nuñez. 

La opinión

Adolfo Meisel
Codirector del Banco de la República
“Diversos analistas han señalado que si el Caribe colombiano quiere aumentar su poder político debe aumentar la competitividad de la economía”.