Cada año, los estudiantes pierden 72 días de clase por los paros de maestros
miércoles, 9 de octubre de 2019
Estudio de la Universidad Javeriana reveló que entre 2000 y 2016 se perdieron 35% de las jornadas de clase
Laura Lucía Becerra Elejalde
Un estudio de la Universidad Javeriana enfocado en el impacto de los paros de maestros sobre el desempeño de los estudiantes reveló que, en promedio, al año se presentan 72 días de paro de profesores, lo que equivale a 35% del tiempo de clase.
Según el estudio, entre 2000 y 2016 se registró una media de 28 paros por año, tomando como base las cifras del Centro de Investigación y Educación Popular (Cinep). Los motivos más comunes de las manifestaciones han sido: retenciones salariales, bajos salarios, el servicio de salud, condiciones de las escuelas y violencia.
“Medimos todos los paros relacionados con maestros de colegios públicos entre 2000 y 2016. Si se saca un promedio por año, dan 72 días de paro. Esto muestra que la magnitud del problema es importante y que hay una ocurrencia en altos niveles”, explicó Luz Karime Abadía, directora de Posgrados de Economía de la Universidad Javeriana y coautora del estudio.
De acuerdo con la investigadora, si bien los paros más conocidos son los de Fecode, también hay paros a nivel de colegios, de municipio o departamento. Bajo estos criterios, el estudio reveló que a lo largo de estos 17 años se han dado 478 paros y un acumulado de 1.222 días de clases perdidos.
El estudio, que se basó también en datos del Icfes, encontró que los estudiante que han estado expuestos a más días de paro obtienen menores resultados en las pruebas Saber 11.
“En particular, la exposición a los paros, y su duración, tienen mayor efecto sobre el desempeño de los estudiantes si el paro ocurrió cuando estaban cursando bachillerato. El cese de actividades académicas en fechas más cercanas a la presentación del examen de Estado podría impedir que los estudiantes adquieran las competencias necesarias para obtener un mejor puntaje en el Saber 11”, sostuvo Silvia Gómez Soler, otra de las coautoras del estudio.