Cada prenda de vestir sería 25% más cara con los nuevos aranceles a textiles

La propuesta del Plan Nacional de Desarrollo de establecer un arancel de 37,9% a la importación de prendas que valen menos o igual a US$20 por kilo sigue despertando preocupación entre diversos gremios del país como Fenalco y Analdex antes de su debate en plenarias la próxima semana. Ambos se unieron para alertar sobre el posible efecto que tendría esta medida no solo sobre los comerciantes, sino también sobre los industriales, consumidores y exportadores. Hoy en día, las confecciones menores o iguales a US$10 el kilo pagan 40% de arancel y las que cuestan más de este valor, US$15.

En primer lugar, justificaron que este incremento golpearía al bolsillo de los colombianos pues, según estimaciones de Fenalco, el precio de venta al público de cada prenda podría incrementarse hasta en 25%, en promedio. Además, esta medida elevaría hasta en un punto porcentual el Índice de Precios al Consumidor (IPC), es decir, que el costo de vida pasaría del actual 3,21% a 4,21%.

“Los que se verían más afectados son los consumidores de las clases medias y bajas que son los que dedican una mayor porción de su dinero a la compra de confecciones. Por ejemplo, un vestido que hoy vale $100 podría costar $125. Ello también generaría una disminución en la producción nacional lo que impactaría al empleo”, aseguró Eduardo Visbal, vicepresidente del gremio de los comerciantes.

En ese sentido, los textileros liderados por la Cámara Colombiana de la Confección lo que argumentan es que el artículo es necesario para reglamentar la importación de textiles desde África y Asia. Según su opinión, esta medida ayudaría a equilibrar el mercado puesto que los costos de producción de la industria nacional son muy diferentes a los de otros países. Además, dicen que protegería esta industria que ha perdido en los últimos años 600.000 empleos puesto que más de 80% de las importaciones quedaron pagando 15% de arancel desde 2016.

Sin embargo, tanto Fenalco como Analdex insisten en que esta propuesta traería numerosos efectos negativos para la economía local. De acuerdo con Javier Díaz, presidente del gremio de los exportadores, este arancel daría una ventaja a los contrabandistas por lo cual las ventas de los almacenes formales, en especial, las de los más pequeños podrían caer y, por ende, disminuiría toda la producción nacional.

“Habría que fortalecer la Dian para ejercer mayor control. Una subida como la que se plantea traería unos efectos colaterales muy importantes para la economía como son la contracción del PIB, una reducción del consumo y la afectación al desempeño exportador del sector”, afirmó el dirigente gremial.
Además, ambos líderes aseguraron que esta propuesta iría en contra de lo indicado por la Organización Mundial del Comercio (OMC), ya que no responde a ninguna herramienta de defensa comercial, por lo que la disputa que se ha venido trabajando en los últimos años con Panamá podría agravarse de nuevo.

“No se hace ninguna diferenciación hacia qué países se aplicaría esta medida lo que podría impactar en los tratados de libre comercio ya firmados. Incluso, se podría dar una retaliación como ocurrió con Panamá”, aseguró Díaz, quien explicó que estrategias similares anteriores solo han dado como resultado una triangulación de los productos chinos, que pasan por México o países de Centroamérica antes de llegar aquí.

Por último, recalcaron que se trata de un artículo inconstitucional puesto que solo el Gobierno puede dictar normas en materia arancelaria y anunciaron que están analizando demandar la propuesta.

En el Plan Nacional también se establece otro artículo que establece un arancel de 10% ad valorem más US$3 para precios por kilo a partir de US$20.

Andi tampoco apoya esta propuesta
Hace unas semanas, la Asociación Nacional de Empresarios de Colombia (Andi) también mostró su preocupación por la posible aprobación de estos artículos. De acuerdo con este gremio, los aranceles textileros también pondrían en peligro la estrategia de apertura comercial del país.

“Por años, hemos tratado de adelantar un proceso de apertura que logre posicionar nuestros productos en los mercados internacionales. No solo podría tener funestos efectos sobre el sector, sino que sería abrir la puerta a inmensos riesgos en todos los sectores exportadores”, dijo el gremio.