Cerca de 25% de las zonas cultivadas resultaron afectadas por fenómeno de El Niño

El país terminó una de las etapas más duras de los últimos años de crisis climática, con el fuerte impacto que dejó el Fenómeno de El Niño. El pasado viernes, desde el Gobierno se confirmó la finalización de esta temporada, que fue calificada como la de mayores temperaturas y de menos lluvias registradas en los últimos 50 años.

En ese mismo sentido, desde el Ideam se informó que para el próximo mes se espera el inicio de la transición del Fenómeno de El Niño a la Niña. De acuerdo con el Instituto Meteorológico hay una probabilidad de 69% de que se manifieste inicialmente entre julio y septiembre, con ciclones y con la segunda temporada de lluvias.

Con este anuncio, el fantasma de racionamiento comenzaría a desdibujarse, y los embalses que tocaron los niveles más bajos en los últimos 25 años con 28,6% para abril, con la llegada de las lluvias, alcanzaron un registro de 34,4%.

Sin embargo, hay otros sectores cuyas pérdidas contabilizadas reflejan el paso de un Niño corto, por su duración, pero que dejó grandes afectaciones.

Según la Dirección de Investigaciones del Grupo Bancolombia, el sector agro tuvo pérdidas de hasta 38% y disminuyó su productividad hasta en 24%, dependiendo de la zona del país y tipo de cultivo. Siendo los cultivos transitorios los más afectados, estos son: los cereales, raíces, tubérculos, hortalizas y leguminosas, que representan 25% del área cultivada a nivel nacional y que históricamente son los más afectados durante las temporadas de sequía.

“La ganadería de leche y la acuicultura son las más afectadas, con pérdidas en productividad de 5% y 15% respectivamente” dice el informe.

El balance más reciente presentado por el Ministerio de Agricultura, señala que en el grupo piscícola y acuícola la afectación alcanza a más de 4.870 individuos. En cuanto a las afectaciones por déficit hídrico hay 200.596 hectáreas afectadas, mientras que por heladas son 33.245. Los incendios, por su parte, provocaron daños en 8.234 hectáreas.

Además de las afectaciones ya mencionadas en el sector Agro, el país aún atraviesa por las consecuencias que dejó la sequía, poniendo en jaque el sistema eléctrico a nivel nacional, con mayores afectaciones en Bogotá. Esto obligó a las autoridades distritales a tomar medidas como el racionamiento, que siguen vigentes para disminuir el consumo de agua, y ayudar a la recuperación de los embalses.

El viernes de la semana pasada, el sistema Chingaza logró superar el nivel de 20%, que fue la meta inicial del Distrito, pero el consumo de agua seguía sin disminuir al objetivo de 15 metros cúbicos por segundo.

En medio de la crisis por falta de lluvias, la generación de energía a través de las plantas térmicas, cumplió un papel importante, aunque por ser más costosa provocó aumentos de precio en bolsa.
De acuerdo con el estudio del Grupo Bancolombia, en esta temporada el aporte de energía hidráulica en la generación total pasó de 87% en abril de 2023 a representar 47% en abril de este año.

De otra parte, el fenómeno de El Niño en el país, también provocó una intensa temporada de incendios forestales, varios de ellos registrados en zonas aledañas a Bogotá, afectando la calidad del aire en esa zona del país a comienzos de este año. Aunque, con menos intensidad, recientemente, el Ideam lanzó alertas por cuenta de los incendios, con un llamado en 43 municipios del departamento de Antioquia.

En cuanto a las altas temperaturas, aumentaron en regiones como Tolima, donde seis municipios superaron los 38 °C, además de los departamentos de Antioquia, Cesar, Córdoba, Cundinamarca, Huila y La Guajira, en donde la temperatura tocó los 40 grados °C.

2.596 son las hectáreas afectadas por déficit hídrico o falta de precipitaciones, según el balance del Ministerio de Agricultura.