Economía

“Colombia se ha quedado corta en incentivar la producción orgánica”

Paula Delgado

Como un mercado que todavía se puede aprovechar describió Manuel Julián Dávila, presidente del Grupo Daabon, la situación con los productos orgánicos, tanto en la producción y comercialización como en el consumo.

También se refirió al crecimiento de una empresa que cumplió 100 años siendo pionera en la agroindustria global.

¿Cómo ve el negocio de los productos orgánicos?
Nosotros comenzamos con orgánicos en 1991, no solamente fuimos pioneros en Colombia sino en el mundo, cuando hablar de ello era tabú. Un año después, nació la ley orgánica en Europa que trazó los lineamientos en términos de precios, mercado, certificaciones. Con el tiempo,el consumo de estos productos se volvió una tendencia de alimentos saludables.

¿Cuánto crece el mercado?
Muchísimo, hoy supera los US$33.000 millones al año, una cifra importante. Sin embargo, entre 2008 y 2012 por la crisis financiera el consumo se redujo porque estos productos son más costosos que los tradicionales. El año pasado nuevamente creció la demanda en más de dos dígitos. Hoy se incrementa a un ritmo de 12% a nivel global, muy por encima de la media a la que crece cualquier industria. El reto es qué tanto aprovechamos esas oportunidades, no solo como productores sino también como consumidores, pues se trata de abrir un nuevo mercado.

¿Cómo ve a Colombia?
Se ha quedado corta en promover una legislación clara que incentive esta producción que es más sostenible. En cuanto a la comercialización, los gustos del consumidor han ido madurado y continúan en ese proceso, por lo que hay acceso a mayor oferta y puede diversificarse todavía más.

Para Daabon, ¿qué representa Colombia en este nicho?
Por el mismo desarrollo del mercado, el grupo comienza a ganar participación incorporando productos retail. Antes las ventas siempre fueron hacia el exterior, a los países desarrollados, porque curiosamente en los países productores no somos consumidores. Pero lo que viene ahora es una transición que ya se ve.

¿Qué productos llegan?
No solo se trata de alimentos, también hay aceites y jabones. El resto de nuestro portafolio poco a poco irá llegando en la medida en que el consumidor esté dispuesto a pagarlos como lo hacen en el exterior.

¿Cómo ha vivido el crecimiento de una empresa que comenzó a operar en 1914?
Lo he vivido desde una perspectiva más global y diversificada, porque cuando se iniciaron las actividades Daabon solo se concentraba en ganadería y banano, hoy el grupo también cultiva palma, participa en la industria cosmética, logística portuaria y zonas francas. Eso nos ha puesto en una posición global de competitividad mucho más fuerte, porque tenemos presencia en cuatro continentes.

¿Cuánto más puede crecer la empresa?
Hoy tenemos un crecimiento casi ilimitado, todo depende de qué tan bien hagamos las cosas y como compitamos en el mundo innovando con nuestros productos y servicios.

De las cinco empresas del grupo ¿Cuál les representa más?
El negocio más fuerte sigue siendo el de aceite de palma con 50%, por sus usos en alimentos, energía y cosmética.

Biocombustibles, el nuevo horizonte de la empresa
La empresa no solo se enfoca en la producción orgánica, sino que también se está concentrada en la producción de biocombustibles. Dávila explicó que este un mercado netamente nacional, desarrollado para Colombia, y actualmente ya están haciendo los primeros esfuerzos para exportar, identificando oportunidades,

De otra parte, dijo que son necesarias las zonas francas de agroindustria para brindarle a la palma la competitividad y agilidad que requiere en los procesos de comercio exterior, “es una plataforma donde se instalan las industrias afines para desarrollar el negocio”, dijo.