“Colombia tiene todo el potencial para ser el primer exportador de coque en 10 años”
sábado, 27 de febrero de 2021
Carlos cante, presidente ejecutivo de fenalcarbón, dijo que una recuperación basada en infraestructura mejora las perspectivas
Desde la decisión de Prodeco de devolver sus títulos mineros, que se sumó al ajuste de personal anunciado esta semana por el Cerrejón, se viene hablando de la crisis del carbón en el país. Sin embargo, lo cierto es que el momento difícil que vive el sector del carbón térmico contrasta con el buen momento que atraviesa el del carbón metalúrgico y el coque.
Carlos Cante, presidente ejecutivo de la Federación Nacional de Productores de Carbón (Fenalcarbón), que representa las empresas productoras y comercializadoras de carbón y coque del interior del país, dijo que se espera que las exportaciones de coque este año superen los cuatro millones de toneladas y dijo que se necesita una visión integral de la transición energética.
¿Cuál es el panorama del sector en este momento?
Tenemos que buscar que este sector retome la importancia en la agenda económica nacional. Ya lo que significamos, el carbón metalúrgico y el coque, es un nivel de producción que estuvo en 2020 en 3,5 millones de toneladas, después de marcar 3,2 millones de toneladas en 2019. Este año creemos que podremos llegar a cuatro millones de toneladas de exportación de coque.
¿Entonces su reto como presidente es posicionar el sector como uno importante?
Cuando hablamos de un sector que está exportando más de US$1.500 millones, que representa cerca de 70% del valor de las exportaciones de nuestro producto insignia que es el café, pues los números indican que este sector debe tener una vocería importante.
En las cuentas nacionales ya pesamos de forma importante, esto ya es un tema nacional que impacta directamente las finanzas nacionales en distintas perspectivas, y se trata de eso, de estar en los debates que se están dando frente al desarrollo del sector minero.
¿Cuál es el panorama del coque en el país?
Del carbón metalúrgico, que en el interior del país se producen cerca de siete millones de toneladas, casi cinco se usan para la producción del coque, y ese es para exportar.
Somos el tercer exportador mundial de coque, y la ventaja que tiene este subproducto es que es utilizado para la producción del acero. En la medida en que crece la demanda de acero crece la de coque.
Las expectativas que tenemos de recuperación poscovid son muy alentadoras porque el precio del acero en EE.UU. subió de manera importante, y si pensamos que la infraestructura será pilar de la recuperación económica de muchos países, y eso implica acero, las perspectivas son muy positivas.
¿Entonces el año pasado fue bueno para ustedes?
Sí, la reconfiguración de varios factores geopolíticos fue buena y va a seguir creciendo. Dependemos de la variación de los precios internacionales, pero es alentadora y esperamos que la tasa de cambio se mantenga favorable. El mercado está demandando y nosotros hemos organizado un proceso industrial que ha ido creciendo al ritmo de la demanda internacional.
De alguna manera, ¿tienen la demanda asegurada?
Sí, porque no hay todavía una tecnología eficiente que reemplace el coque para ser el insumo principal de la producción de acero. Después de la debacle económica mundial lo más sencillo es promover una reactivación basada en la infraestructura, que siempre va a demandar acero, luego coque. Nos esperan al menos cuatro años muy buenos de producción y exportación, y esperamos de precios.
Mencionó que ustedes son un proceso industrial, ¿por qué?
Siempre nos hemos quejado de que no producimos nada, que no damos valor agregado y solo exportamos materia prima, pero eso es lo que estamos haciendo, generando valor agregado a los carbones metalúrgicos y exportando producto final. Y la diferencia de precios entre exportar carbón metalúrgico y exportar coque es cerca de US$100 por tonelada. En ese sentido, no nos deberían ver como minería sino como industria y nuestro principal aliado debería ser el Ministerio de Comercio. Hay muchos retos, pero Colombia tiene todo el potencial para ser el primer exportador de coque en los próximos 10 años.
Se habla mucho del impacto que tendrá la crisis del carbón en las regalías...
Acá hay que generar una discusión acerca de una transición justa en lo que tiene que ver con la disminución del consumo de carbón para generación, desde el punto de vista de los ingresos y los encadenamientos del carbón en las regiones.
Pensar que el carbón se tenga que acabar es pensar que las toneladas de carbón que salen del interior del país hacia los puertos salen en tractomulas, que se devuelven de los puertos con los productos importamos, y genera un efecto de carga por compensación que mantiene los fletes. A la discusión de la transición energética le ha faltado una pata, que es la posición de las regiones y productores.