Economía

Colombia y Bogotá, oportunidades latentes para Asia

Juan Gabriel Pérez

El interés de Asia hacia la Región ha sido claro; la firma en 2013 del tratado de libre comercio entre Corea y Colombia, la reciente visita del primer mandatario japonés Shinzo Abe a Bogotá, el acercamiento por parte de cámaras de comercio binacionales y la creciente relación de China con los países de la Alianza del Pacífico así lo demuestran. Sin embargo, en comparación con países como México y Brasil, Colombia es uno de los que menos ha generado negocios e inversión con países asiáticos. En América Latina, la inversión japonesa de la última década se concentró en Brasil y México con US$18.458 millones y US$17.443 millones, respectivamente. En Colombia, la inversión fue de US$324 millones, lo que la ubica como el noveno destino de inversión en la Región para empresas de origen japonés.

Así mismo, la inversión china de los últimos 10 años se concentró en Brasil, México y Argentina con US$14.840 millones, US$1.659 millones y US$3.809 millones, respectivamente. En comparación, la inversión hacia Colombia fue de apenas unos US$159 millones, lo que ubica al país como el destino de inversión número 12 en América Latina. Estamos a tiempo de revertir esta tendencia. Bogotá puede convertirse en una de las ciudades más atractivas para la inversión asiática en la Región, ya que cuenta con un alto potencial de crecimiento del mercado doméstico, regulación favorable y clima pro-inversión y disponibilidad de mano de obra calificada, que son los principales determinantes de inversión asiática. Las economías de Japón, Corea y China hacen énfasis en sectores que promueven la investigación y desarrollo y poseen un alto componente de innovación. Colombia recibe 5% de la inversión en I+D+i que llega a América Latina, proveniente de estos países. En este sentido, Bogotá tiene el reto de ampliar sus estrategias de promoción e inversión dirigidas a estos mercados para buscar nuevos negocios. Se vería beneficiada con la atracción de inversiones que permitan transferencia de tecnología y conocimiento y fortalezcan la industria, además de generar empleo de calidad.