"La economía de Bogotá podría tener crecimientos anuales de más de 5% con el POT"
lunes, 29 de noviembre de 2021
Desde la secretaría distritales de Planeación y Hacienda respondieron a las objeciones que ha tenido el proyecto en vivienda
Alejandro Pastrán
El proyecto del POT que se discute en el Concejo de Bogotá, ha recibido objeciones de diferentes sectores, especialmente del gremio de la construcción. LR dialogó con los secretarios de Planeación, María Mercedes Jaramillo, y de Hacienda, Juan Mauricio Ramírez, para conocer sus posturas frente a esas observaciones y para que explicaran, desde su perspectiva, como este POT puede contribuir a la reactivación económica de la ciudad.
Algunos expertos han dicho que el POT frena la expansión y promueve la densificación ¿Qué responderían al respecto?
El POT no frena la expansión, Bogotá sigue teniendo 2.300 hectáreas de expansión y si le sumamos a eso todos los predios urbanizables no urbanizados que tiene todavía Bogotá tendríamos 3.800 hectáreas para desarrollo de ciudad nueva y eso no es poco. Lo que sí sucede es que Bogotá decide no crecer más de lo que ya había previsto crecer hace 20 años y no creció, realmente aquí lo que estamos haciendo es decir que durante 20 años pensábamos que íbamos a crecer todo y no pasó y eso era cuando las ciudades todavía crecían y ahora cuando las ciudades no deben crecer más, pues todavía tenemos a 3.800 hectáreas para desarrollar a Bogotá, eso es ampliamente suficiente para los 14 años de vigencia del POT.
Llenar esas 3.800 hectáreas en 14 años con buenas piezas urbanas, ejemplares de lo que debe ser el urbanismo del siglo XXI de cara al cambio climático, a la pospandemia, a la generación de empleo formal es un reto fenomenal, pero además de eso, Bogotá necesita hacer el tránsito hacia un reciclaje de la ciudad construida porque eso también es sostenibilidad, tenemos en la ciudad unos territorios muy disimiles, con las densidades de las más altas del mundo, pero al mismo tiempo en sectores como este, en el que está situado la Secretaría, excelentemente situados, con empleo formal, con todos los sistemas de transporte posibles, con espacio público disponible, tenemos un margen de densificación bastante importante y aunque el objetivo del POT no es densificar, la renovación urbana necesariamente si busca utilizar el uso del suelo existente, lo cual puede implicar densificación puntual en algunos territorios para abrirle espacio al verde, al agua, al espacio público en otros.
Y en renovación urbana tenemos una apuesta realmente importante, de hecho algunos nos dicen que está sobredimensionada pero aquí el punto no es cuánto, lo que estamos es generando unas reglas de juego normativas para que Bogotá pueda crecer tanto como necesite crecer y cuando hablo de crecer no es expansión, sino en Producto Interno Bruto, en empleabilidad formal, en producción de vivienda digna, en espacio público, etc.
¿Cómo definen este POT y cuál es esa apuesta de vivienda la que quieren llegar?
El POT no genera empleos, no genera viviendas, no es generador de cultura, es apenas una herramienta normativa y de programación de inversión de 14 años que parecen de muy largo plazo, pero realmente en la historia de la ciudad es poco. Aquí lo que estamos es generando unas condiciones para que Bogotá pueda crecer tanto como necesite crecer y se puedan producir las viviendas que necesiten. Las condiciones normativas que estamos promoviendo permiten, en un escenario ultraconservador, generar 1,5 millones de vivienda, pero no depende del POT crearlas, depende de que exista la demanda, la posibilidad de acceso de los hogares a través de crédito, subsidios a esas viviendas y eso no depende ni siquiera de Bogotá.
Estamos habilitando suelo y condiciones normativas para que se produzcan metros cuadrados de usos económicos y eso es un cambio de paradigma en el POT de Bogotá e incluso en el país, que siempre ha estado enfocado en cuántas vivienda nos hacen falta construir pero resulta que no solamente nos hacen falta viviendas, también empleos de calidad, Bogotá es una ciudad que va ser de aquí en adelante portadora de servicios o de productos manufactureros de altísimo valor agregado porque estamos exportando por avión, y si no adaptamos la ciudad a eso, no vamos a poder competir con las capitales latinoamericanas.
Si queremos que Bogotá tenga un crecimiento parecido al de Santiago de Chile o una economía que compita por talento con Sao Pablo o Ciudad México, no tenemos otra opción que poner en marcha las cinco líneas del metro, los siete cables, los dos trenes regionales, 25 actuaciones estratégicas, capturar valor de todas esas inversiones y para eso se plantean herramientas para poder hacerlo como gestión del suelo, de gestión social, para que todo el mundo gane.
Desde Camacol aseguran que las cargas urbanísticas del POT son tan altas que frenarían los proyectos nuevos de vivienda en la ciudad construida. ¿Qué podría responder y cómo defenderían el POT en esta materia?
Cualquier POT genera un freno en el licenciamiento por ahí seis meses y por supuesto que estamos contando con que eso va a suceder, pero eso no nos preocupa por que el POT trae unos incentivos para contrarrestar esa dinámica y la entrada de las cargas urbanísticas es progresiva. Además, se han hecho unos ejercicios muy exhaustivos de modelación urbanística en todos los tratamientos, en desarrollo y en renovación urbana, y en ese ejercicio ha habido una variación sustancial de las cargas urbanísticas y tenemos la certeza de que esas cargas están bien calculadas.
Hay un poco de estigmatización con lo de las cargas porque la propuesta lo que sí hace es reconocer esos territorios que sí se van a transformar, que tienen potencial de desarrollo, de densificación y eso son mayores aprovechamiento, la norma está diciendo que se puede aprovechar la norma de una mejor manera, pero son aprovechamientos adicionales. Lo que hace el POT es decir aquí ganamos todos, tenemos costos y beneficios, la norma le da más beneficios pero también contribúyale más a la ciudad en términos de espacio público, soportes, equipamientos, vivienda de interés social y prioritaria, entonces no es un costo, es un beneficio versus costo en donde incluso el beneficio puede ser más alto.
¿Qué decir frente a las críticas que ha recibido la propuesta de establecer un área mínima para la construcción de vivienda?
El POT es un instrumento de política pública entonces estamos tomando decisiones de política pública, constatando que la política de vivienda en Bogotá produce de alguna manera una especie de doping del mercado de la producción inmobiliaria más que vivienda que le sirvan a los más vulnerables.
Con este POT estamos haciendo un esfuerzo muy grande para que la vivienda de los más pobres deje de estar en donde están los suelos más baratos, porque ese ha sido el paradigma histórico, pero en Bogotá ya se acabó el suelo barato, el suelo ya está caro, entonces nos toca cambiar el paradigma porque la variable de la construcción de vivienda VIS ya no va ser el costo del suelo, sino cómo hacer que los proyectos de inmobiliaria rentables se combinen con locales de actividades económicas, equipamientos y vivienda VIS. ¿En dónde?, en los mejores sitios de Bogotá, pegados a las estaciones del metro.
¿De qué manera el POT va a contribuir a mejorar la productividad y competitividad de la ciudad?
Es una pregunta muy importante porque ese no es solo un problema de Bogotá, sino de todo el país, estamos atrapados en una baja productividad.
El crecimiento económico de Bogotá antes de pandemia era 3,8%, este año vamos a llegar quizás a 10%, el próximo año quizás 4%, pero el reto es como crecer a tasas superiores de 5% y lo podríamos lograr con la transformación productiva y social del POT.
El POT implica un choque de inversión en todos esos sitios estratégicos, como el corredor verde de la carrera séptima, como la segunda línea del metro, pero el POT también abre la segunda y tercera línea del metro y regiotram de occidente, es decir, toda la transformación de la estructura de transporte dentro de la ciudad, que contribuye a dos cosas, una es la reducción en los tiempos de desplazamiento, el tema de la ciudad de 30 y minutos, y también la reducción de los trayectos, eso es un detonante de productividad.
Las obras de infraestructura que se proponen en el POT tienen la capacidad de generar encadenamientos productivos para activar no solo la cadena de insumos de la construcción, sino también la economía en su conjunto, por medio del choque en la demanda agregada que redunda en aumentos del consumo interno y de la inversión pública sostenida por 14 años.
El POT de Bogotá también genera las condiciones económicas y territoriales para crear cerca de un millón de empleos adicionales en los próximos 14 años. De esta manera, el POT generará un incremento anual de 6,0 % del número de ocupados de Bogotá. Esto significa un aumento de 10,2 % de los empleos formales.
Si no se logra un acuerdo frente al POT en el Concejo, ¿Cuál sería el plan B?
Bogotá ya no tiene más tiempo para tomar esta decisión. Estamos trabajando día y noche para que exista una conciliación de ponencias, de 608 artículos, tenemos diferencias solo en un artículo y medio, eso quiere decir que ya hay un acuerdo realmente importante con los tres ponentes. La oportunidad es ahora, desde la Secretaría seguimos trabajando para que el POT salga por un acuerdo.
Ahora, el plan B sería el que establece la Ley, y si no es posible llegar a ese acuerdo, el POT probablemente se emitiría por decreto.