Economía

Conciliar lo económico y social, entre las prioridades de Colombia con Venezuela

El Universal

Dajibys Martínez Anaya

De acuerdo con Migración Colombia cerca de 3.800 ciudadanos han sido expulsados desde Venezuela en lo que va de este año, pero en estos ocho días se han deportado 1.071colombianos legales e ilegales. 

Un problema que aún no tiene una clara solución pero que podrá cambiar de panorama hoy, luego de que las cancilleres María Ángela Holguín y Delcy Rodríguez del vecino país se reúnan en Cartagena para asumir un plan especial que permita construir una nueva frontera, productiva, sana, respetuosa de la vida, de la ley y del derecho internacional.

Y es precisamente este momento el que debe aprovechar Colombia para exponer dos puntos con prioridad: lo económico y lo social. 

Luis Fernando Ramírez, vicerrector de investigaciones de la Universidad de La Salle, asegura que se tiene que hacer un análisis con lupa porque sin duda, estas medidas golpean a ambos lados de la economía regional. Es decir, tanto de la frontera venezolana como la colombiana los temas de comercio (combustible – electrodoméstico) y exportaciones de carbón son clave. 

“Hay que distinguir entre lo que es comercio tradicional de la región vs el control del contrabando, que son dos procesos distinto. En ese aspecto, Colombia se está controlando con la nueva ley pero hay que ir más allá porque esto impacta a las familias, el comercio y más adelante el empleo”, sostiene el académico.

En cuanto a los social, se tratar de distinguir entre los colombianos que tienen los papeles en reglas para vivir en Venezuela y los que no. Allí se entraría a analizar la legislación que para que no haya ilegales en el país.

Sin embargo, hay un tercer punto que puede estar detrás de esta crisis y es lo político. El gobierno venezolano tiene una baja popularidad interna, hay inconformidad con el desabastecimiento, entre otros. Es allí cuando este recurso que apela a la nacionalidad es utilizado por los gobiernos para lograr mayor solidaridad. 

Luis Francisco Cuesta, docente del Politécnico Grancolombiano, asegura que no se pueden desconocer los problemas de la zona fronteriza como el contrabando, pero tampoco se puede aceptar que Venezuela tome medidas abruptas donde los únicos que pagan los platos rotos son los más débiles.

“Es ahí cuando juega un papel fundamental la toma de decisión del Gobierno colombiano para acabar con esta crisis. El diálogo y la firmeza deberán ser las armas a utilizar en la reunión para que se cumplan los objetivos. La imposición y agresividad nunca serán buenos aliados”.

Para Gonzalo Palau, profesor de economía de la Universidad del Rosario, si hay algo claro que está generando el problema con Venezuela es lo económico. El régimen cambiario que tiene ese país, sin duda, crean un diferencial de precios y competencia. Pero además de esto, el docente sostiene que Colombia tendrá que comprometerse a garantizar si las personas que están expulsando están bajo los términos de la ley. 

“De esta forma podrá avanzarse y lograr que Maduro reabra la frontera para el paso de personas y mercancías”.