Energía

Contraloría había advertido a Ecopetrol de riesgos ambientales

Juan Pablo Vega B.

Desde hace 24 días Ecopetrol enfrenta una crisis ambiental por las filtraciones de petróleo originadas en el pozo 158 del Campo Lizama, en Barrancabermeja (Santander), que afectó a los predios cercanos, la quebrada Lizama y al río Sogamoso.

Aunque según la Autoridad Nacional de Licencias Ambientales (Anla) y lo que ha informado Ecopetrol, ese pozo se encuentra actualmente inactivo, la petrolera estatal conoce, al menos desde 2016, los problemas asociados con el campo Lizama.

La auditoría que hizo la Contraloría General de la República (CGR) sobre el estado de Ecopetrol en 2015 (durante la presidencia de Juan Carlos Echeverry), dio cuenta de un hallazgo según el cual “Ecopetrol no realizó el abandono físico” de los pozos del programa de explotación de 2015, que hizo ante la Agencia Nacional de Hidrocarburos (ANH), “pese a que la normatividad en la materia señala que los mismos deberían ser taponados y desmantelados inmediatamente”.

Aunque no se trata del pozo 158, que originó las dificultades ambientales que hoy en día tienen sobre la mira las labores ambientales de la compañía, el informe (que se publicó en 2016) indicó que no se señaló el plan de abandono para el pozo 156 de este campo, hecho que “denota falencias en la planeación y gestión de los abandonos de pozos, actividad imprescindible para la conservación ambiental”.

Esto mismo pudiera estar pasando con otros pozos y es por eso que entre las 13 medidas que la Anla le pidió cumplir a Ecopetrol está la revisión de otros pozos, específicamente el 13, 37, 93, 100, 159, 160, 161, 162, 165, 166, 167 y 175, del Campo Lisama, entre 2005 y 2017.

Aunque la respuesta de Ecopetrol en 2016 (frente a la auditoría hecha por la Contraloría en 2015) fue la falta de presupuesto en pleno ajuste operativo de la compañía por los bajos precios del crudo, el ente de control consideró que “en el entendido que las mismas habían sido previamente planeadas, así también debieron estar dispuestos los recursos para llevarlo a cabo”, los cierres correctos y el abandono de los pozos.

Tres años después de esta auditoría, la Anla abre una indagación ambiental en contra de la petrolera, luego de las solicitudes hechas por la Procuraduría General de la Nación, al tiempo que se pidió “que de forma inmediata adopte las medidas de control y manejo ambiental”. De hecho, la Procuraduría citó al presidente de Ecopetrol, Felipe Bayón; al ministro de Ambiente, Luis Gilberto Murillo; y a la directora de la Anla, Claudia Victoria González para hablar del daño ambiental.

“Se ha hecho el acompañamiento para la operatividad de los puntos de control y las acciones de manejo de Ecopetrol, así como la reubicación de la población y la revisión de que no hay afectación a las bocatomas y acueductos”, dijo González.

La semana pasada Bayón indicó que se trabaja en tres líneas de acción para mitigar los impactos y recoger el crudo. La compañía busca “aliviar la presión en la cabeza del pozo. Tenemos una unidad de tubería continua para tomar registros y tener acceso al pozo”, dijo Bayón.

Una segunda medida es reparar mecánicamente el pozo. Se está movilizando “un taladro de perforación, para en una ubicación distinta perforar un pozo de alivio, que siendo paralelo lo intercepta y permite matar el pozo desde el subsuelo”, indicó. Esto último se implementaría esta semana.

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