“Corabastos es la nevera de Bogotá y movemos cerca de 7.000 toneladas cada día”

Corabastos, la central de abastecimiento, cumple 50 años. Esta genera cerca de 150.000 empleos directos e indirectos, por lo que su nuevo gerente, Javier Salcedo, la describe como “un motor de empleo”. Además asegura que es la segunda central más importante de América Latina.

¿Para qué sirven las centrales de abasto como esta?
Es el pulmón de la ciudad, es la nevera. Con la pandemia, por ejemplo, nosotros nunca cerramos y gracias a eso pudimos sostener y garantizar el alimento a los municipios aledaños. La central de Corabastos durante estos 50 años siempre se ha caracterizado por ser una central organizada y seria. Muchos comerciantes ahora son productores, eso quiere decir que el producto llega con mejores precios.

¿Cuántos comerciantes se han vuelto productores?
Estamos cercanos a 50% con los que estamos produciendo nosotros mismos el plátano, la papa, el tomate, la cebolla, y ya se volvieron grandes y medianos productores.

¿Cuántas toneladas de alimentos mueve al día esta central de abastos?
Habrá días en los que el movimiento es de 5.000 toneladas de alimento y otros tenemos hasta 7.000 toneladas.

¿El efecto de la inflación se ha visto en la demanda de algunos productos?
Esto no es un tema de Corabastos, pero nos está afectando mundialmente. Los insumos han afectado mucho los precios de los productos, Corabastos no puede estar alejado de la inflación, y algunos productos han tenido incremento, pero también hay otros que afortunadamente hemos podido mantener o bajar algunos precios.

¿Cuáles son los productos más afectados de la canasta básica?
No es una constante, la papa estaba muy cara, en marzo estuvo a la baja y ahora se estabilizó, pero la papa estaba intocable en enero y en junio teníamos ya unos precios muy bajos; en marzo la yuca estaba exageradamente cara, pero ha bajado, es un tema de oferta y demanda. No se ha preestablecido un producto constantemente al alza.

¿Qué más afecta el precio de los alimentos?
Los insumos, las lluvias, tenemos que aprender a cultivar, pero no solo eso, sino cuándo cultivamos y cuánto. Tenemos que hacer un política pública para enseñarle a la gente cuándo tiene que cultivar y ponernos de acuerdo para que no todos cultiven papa al mismo tiempo, sino que sea un tema periódico para que no haya superávit, que sea algo manejado, algo controlado y planificado.

¿Cómo planificar?
El presidente electo lo tiene en sus planes, la ministra Cecilia López ya dijo que la idea es llegar a consensuar con los campesinos para saber qué cultivar y en qué cantidad. Este gobierno lo intentó hacer y con algunos productos les salió bien. Pero para eso tenemos que tener una política pública constante.

¿Qué opina de la reforma agraria que está planeando el Gobierno entrante?
Nosotros vamos a acompañar todo lo que favorezca al campesino, vamos a estar muy cerca a todo el campesinado colombiano para que ellos tengan protagonismo en toda esta reforma. Si al campesino le va bien, al comerciante de Corabastos le va bien, a la ama de casa le va bien; es una cadena que se complementa.
¿Cuál es el porcentaje de participación de la mujer en Corabastos?
No tenemos el porcentaje, pero han tomado protagonismo, somos de las administraciones que más protegemos y aplaudimos este tema.

¿Cómo están manejando el trabajo infantil en Corabastos?
Hicimos un pacto con el ministro de Trabajo, Ángel Custodio, y junto a la directora del Icbf, en el que nos comprometemos a atacar de frente a este flagelo nacional. 22 menores de edad estaban trabajando, de los cuales 19 estaban con sus padres y tres estaban trabajando realmente en un universo de 70.000 personas, pero estamos trabajando para que no sea ni un solo niño.

¿En qué va la propuesta de descentralización de Corabastos además de el punto base?
Es una política pública que adelanta la Alcaldía y la Gobernación, y nosotros aplaudimos la iniciativa si esos nuevos logísticos que se lleguen a presentar alrededor de Bogotá generen beneficios para la ciudad y que sean los comerciantes de Corabastos los que están llamados a acompañar. Comprendemos que la ciudad ya no es la de hace 50 años y es que es una ciudad mucho más grande, entonces necesitamos un tema logístico mucho más grande.