Economía

Crece oposición para que Isagén no venda el control a privados

Colprensa

Afuera, gritaban “¡Isagén no es de Santos, Isagén no es de Cárdenas, Isagén es de todos los colombianos!”. Adentro, aprobado un dividendo sin precedentes de $176,56 por acción, que más que duplicó el de 2013, el aplauso dio paso a intervenciones de indignados. Adentro y afuera, al final, la consigna era una: que Isagén no venda el control a privados. 

Pero la última intervención, antes de sonar el himno, fue de la viceministra General de Hacienda, Carolina Soto: “La empresa no se va, los activos permanecen en Colombia y estos recursos que tiene el Estado en Isagén se pueden llevar a un sector que tiene un potencial, aún mayor, el de la infraestructura”. 

Concluyó la asamblea. En el ambiente quedó el creciente malestar de los antioqueños por la privatización de los 1.570,4 millones de acciones de la Nación. 

“Es absurdo que ahora que Isagén subió en 50% su capacidad de generación con Sogamoso, salga el Gobierno a decir que la va a vender. Debería pensar en más austeridad y no feriar un activo productivo”, señaló Aníbal Escobar, accionista minoritario. 

La venta sigue... 

Pero para el Ministerio de Hacienda no hay reversa y sí mucha serenidad de actuar bajo la ley (ver recuadro). Para los opositores, la última esperanza de frenar la venta está en el Consejo de Estado y el Tribunal Administrativo de Cundinamarca. 

Así pasó a segundo plano que Isagén pagará dividendos en una sola cuota el próximo 15 de abril por $481.315 millones, tanto a los más de 28 mil accionistas minoritarios (9,75%), como a EPM (13,14%), los fondos privados de pensiones (12,3%) y, por supuesto, al Ministerio de Hacienda. 

Solo el Gobierno, en el que sería el último giro de dividendos desde Isagén, recibirá $277.289 millones, para alcanzar los $977.202 millones que ha recibido desde 2008, luego de la democratización de la hoy segunda generadora de electricidad del país. Y eso, sin contar impuestos, con una tasa efectiva que la última reforma tributaria incrementó de 37% a 40%. 

En esas condiciones, con activos por $8,6 billones, un patrimonio de $4 billones y generando 16% por ciento de la demanda anual de electricidad del país, es que hoy tienen puestos los ojos al menos cinco empresas, todas internacionales, en hacerse al control de Isagén. 

Sin dar nombres ni detalles, el número lo confirmó la viceministra Soto. Se tratan de las multinacionales precalificadas hasta agosto de 2014, cuando se suspendió la venta: la francesa GDF Suez (a través del Grupo Empresarial Generco), la estatal China Huadian Corporation, la estadounidense Duke Energy y la española Gas Natural SDG, matriz de Gas Fenosa. A ellas se sumó esta semana la chilena Calbún. 

Pero conocedores del sector y cercanos al proceso de enajenación comentaron a este diario, bajo reserva, que los más interesados son los franceses, los chilenos y, en menor medida, los chinos. 

De hecho, las tres oferentes han enviado comisiones de alto nivel a visitar centrales de generación y han indagado con distintos actores sobre temas de funcionamiento del mercado nacional de energía y la regulación (ver dos Análisis). 

Solo a principios de mayo se sabrá cuáles extranjeras pujarán por Isagén. La subasta, de realizarse, arrancaría en un piso de $5,22 billones. Eso resulta de ajustar el precio base de $3.178 por acción a la inflación causada desde entonces. A hoy, quedaría en $3.321. 

“Es muy triste, tengo dolor de patria, la Nación cada vez tiene menos activos estratégicos, entonces en el caso de Isagén ¿cómo nos vamos a llamar? ¿’Chinagén’, ‘Chilegén’, ‘Gringogén’?”, se preguntó con impotencia Ana Marín, otra accionista minoritaria. 

Isagén ve al futuro 

Más allá de opositores, malestares y justificaciones del Gobierno para la venta de su parte en Isagén, la administración de la generadora sigue allanando su camino para crecer. 

Este año realizará inversiones por $600.000 millones, la mitad de los cuales será para concluir compromisos secundarios en la central Sogamoso (Santander). 

El presidente de la asamblea de accionistas y miembro de la junta directiva, Luis Ernesto Mejía, informó que para antes de junio estará listo el nuevo plan estratégico de crecimiento, cuyas principales líneas ya fueron aprobadas. 

Esa hoja de ruta de mediano plazo surge luego de concluirse el año pasado el plan de expansión iniciado en 2008 y que incrementó en 42% la capacidad instalada de generación. 

Además se cuenta con un portafolio de proyectos identificados que suman 3.785 megavatios (MW) de capacidad, 1,2 veces más de los que ya tiene hoy Isagén en operación. 

De hecho, el gerente de Isagén, Luis Fernando Rico, confirmó que ya hay cuatro proyectos priorizados, tres de ellos pendientes de permisos ambientales. Uno es geotérmico en el macizo volcánico del Nevado del Ruiz, de 50 MW. Otro es un parque eólico en La Guajira, de 20 MW, y que el miércoles obtuvo licencia en firme. 

En hidroelectricidad, están los proyectos Piedra del Sol, en Santander (153 MW) y Cañafisto, en Antioquia, otra megaobra para generaría 936 MW. 

“Isagén tiene una fuente importante de proyectos y vamos por el camino correcto para seguir creciendo”, comentó Rico a los accionistas en su intervención, mientras afuera seguían las consignas para que el Gobierno no privatice el control de la empresa.