Economía

Crisis por renuncias en el Dane alertan sobre un censo que estaría politizado

Merian Araujo

La sorpresiva renuncia que presentó ayer la cúpula del Departamento Administrativo Nacional de Estadísticas (Dane), no solo puso en evidencia una crisis entre los intereses de la entidad y el Gobierno, sino que sembró dudas sobre el futuro del Tercer Censo Nacional Agropecuario, que se podría llegar a politizar si se realiza en plena época de campañas electorales. 

Y aunque este panorama llegó a generar incertidumbre frente al proceso que ya es más que una deuda histórica con el campo colombiano, el Gobierno salió al paso para asegurar que la fecha de ejecución se mantiene. “Este es un trabajo que le conviene a todos los colombianos y es vital para desarrollar los acuerdos en La Habana”, sostuvo el ministro de Agricultura, Rubén Lizarralde.

Pero ante esta afirmación, expertos y gremios dieron su apoyo a los comentarios del saliente director del Dane, Jorge Bustamante, y creen que el proceso sí estaría en riesgo si se realiza en los primeros meses de 2014. “En efecto, podría prestarse para una politización, porque se contratarán a 20.000 personas y la Ley de Garantías estará en pleno ejercicio. No se sabe cómo se contratarán a esas personas y si eso estará a favor de alguien”, aseguró César Caballero, exdirector del Dane.

Y como si fuera poco, también se cree que el Censo se avanza con falta de planeación. En su carta, Bustamante señaló que inicialmente estaba programado para ejecutarse este año, luego se planteó para el segundo semestre de 2014 y finalmente el Gobierno decidió ejecutarlo en el primer semestre del próximo año.  

“Minhacienda y la Dirección de Presupuesto enredaron innecesariamente la apropiación de los recursos del Censo, y es lamentable que ahora se tenga que hacer en estas circunstancias”, aseguró Juan Camilo Restrepo, exministro de Agricultura. 

A esta postura se sumó Rafael Mejía, presidente de la Sociedad de Agricultores de Colombia (SAC), quien también cree que “el ministro de Hacienda, Mauricio Cárdenas, no fue diligente en las intervenciones ante el presidente de la República”. 

Frente a estas acusaciones, Cárdenas defendió la estrategia que el Gobierno ha planteado y negó algún tipo de improvisación en el proceso. “Pusimos la plata para que se ejecutara en el segundo semestre de 2013 y primer semestre de 2014. Así está desde que se aprobó el presupuesto de 2013”.  

En cuanto a la calidad de los resultados, Cárdenas manifestó que la independencia de estos estará a cargo del Dane, “como siempre ha sido”. Sin embargo, no hay que olvidar que, como adscrita al Gobierno, la entidad está en línea a los intereses de éste. 

Y ha sido por esto que, en ocasiones anteriores, otros directivos del Dane han manifestado sus diferentes y respectivas renuncias al cargo. En esa línea, Bustamante también hizo un llamado a la independencia de la entidad, el cual coincide con los mensajes de los anteriores directivos que han dejado el cargo.  Ernesto Rojas, por ejemplo, estuvo hasta 2007 en la dirección y, con su salida, acusó al Departamento Nacional de Planeación (DNP) de querer manipular las cifras. 

Y antes de Rojas, Caballero también había dejado la dirección del Dane aludiendo que había recibido presión del Ejecutivo para posponer una publicación.

Es necesario avanzar
Pese a la discrepancia, es indudable que a estas alturas el Censo es más que una urgencia para que el Gobierno tenga las herramientas eficientes para tomar medidas políticas que beneficien a la población campesina.  

No obstante, esta necesidad no debería convertirse en una excusa para que el Ejecutivo ‘ferrocarrilee’ el proceso. “No entiendo la premura del Gobierno. Pospusieron la puesta en marcha del Censo durante tres años y ahora quieren hacerlo en un mal momento. El país ha esperado casi 50 años para un nuevo censo, no veo por qué no pueden esperar seis meses más”, explicó Ana María Ibáñez, decana de Economía de la Universidad de Los Andes.

Aún así, el Gobierno sigue adelante con su cronograma y ahora solo falta esperar quién llevará las riendas del Dane, ya que el presidente Juan Manuel Santos aceptó la renuncia de Bustamante.

“No se puede aplazar un año más”: Santos
Frente a la tercera carta de renuncia irrevocable de Bustamante, el presidente Juan Manuel Santos le respondió aceptándosela y le recordó que el Censo fue ordenado en el Plan Nacional de Desarrollo y fue programado para el segundo semestre de 2014. El Mandatario agregó que la formulación “no puede estar supeditada a coyunturas políticas o electorales. Su realización puede hacerse perfectamente en condiciones adecuadas, asegurando siempre el mayor nivel técnico. No tiene ninguna justificación aplazarlo un año más”. 

Rubén Darío Lizarralde
“La fecha de ejecución del Censo se mantiene. Este es un trabajo que le conviene a todos los colombianos, que es vital para desarrollar los acuerdos de La Habana y responder a las manifestaciones sociales que se han desarrollado en los últimos meses”. 

Juan Camilo Restrepo
“La razón de fondo es que el Ministerio de Hacienda y la Dirección de Presupuesto enredaron innecesariamente la apropiación de los recursos del Censo que debía ser ejecutado en 2013 y es muy lamentable que ahora se tenga que hacer en estas circunstancias”. 

Mauricio Cárdenas
“Pusimos la plata para que se ejecutara en el segundo semestre de 2013 y primer semestre de 2014. Así está desde hace un año cuando se aprobó el presupuesto. Vino el Confis en agosto para expedir vigencias futuras de 2014 y el mismo Dane nos pidió que no las expidiéramos”. 

Rafael Mejía 
“La investigación se debió haber empezado a hacer en 2013. Se demostró la falta de atención al sector. El Censo hay que hacerlo de todas maneras, pero en el primer semestre es imposible porque es época electoral. Habrá que dejar la planeación para el segundo semestre de 2014”.  

Las opiniones

José Leibovich
Consultor privado
“El censo se viene hablando desde hace mucho tiempo. Es complicado hacerlo en plena época electoral. Es mejor aplazarlo al segundo semestre”. 

Ana María Ibáñez
Decana de Economía de La Universidad de Los Andes
“Realizar el censo en un periodo electoral no es adecuado. El operativo es difícil de poner en marcha y los datos pueden quedar distorsionados”.