Economía

Cultivadores de fríjol del Tolima no logran acceder a incentivos

Colprensa

Así lo confirmó el presidente del Comité regional Tolima – Caldas, de la Federación Nacional de Cereales y Leguminosas (Fenalce), Manuel José Cuenca, quien describió la situación que atraviesan los frijoleros.

De acuerdo con el líder gremial, los cultivadores no solo adolecen de una garantía de compra como ocurre con otros tipos de cultivos, sino ahora también compiten con un grano más barato importado desde Canadá.

Y es que el panorama para los agricultores de la leguminosa es oscuro. Cuenca informó que sumado a las condiciones económicas, las producciones han disminuido por efecto del cambio climático.

Producciones bajas e informalidad

En la actualidad, un cultivador de fríjol, siembra alrededor de 1,5 toneladas por hectárea, lo cual, según dijo Cuenca, no es rentable, porque en el pasado se cultivaban entre tres y cuatro dependiendo de las variedades.

Con respecto a los precios, por la carga de fríjol cultivada en Cajamarca se paga entre $180.000 y $200.000, cuando antes se cancelaba por el mismo volumen, entre $450.000 y $500.000.

Jairo Manrique, integrante de la Junta Directiva nacional de Fenalce, explicó que debido a la caída de los precios, el cultivador no tiene suficientes ingresos como para reinvertir en su cultivo, el cual a la larga se vuelve más vulnerable a los efectos generados por el clima.

Y aunque la merma en las producciones ya es un aspecto que genera alarma, la informalidad en la que están sumidos los agricultores lo es más.

“Es un cultivo demasiado informal, es un cultivo que la gente no está facturando, la gente no está cancelando las cuotas parafiscales para legalizarse como tal”, indicó Cuenca.

El no facturar las ventas o tener el NIT inscrito en el Registro Único Tributario, no solo incide en la posibilidad de acceder a créditos en la banca, también en la obtención de los incentivos propuestos por el Gobierno para el sector.

Según Fenalce, para el Tolima se destinó un incentivo a la comercialización de $300.000 por tonelada comercializada, en un apoyo que incluye un volumen de 5.000 toneladas.

Se calcula que de ese total, si mucho 1.500 serían aprovechadas, por la informalidad en la que están la mayoría de los cultivadores, según los cálculos que adelantó Cuenca.

“Cajamarca es una de las principales zonas productoras del país y se encuentra muy afectada por la informalidad”, puntualizó el líder gremial, quien recordó que el incentivo estará activo hasta diciembre.