Economía

Cultivos y ganado, actividades que también afectan a páramos

Jhon Guzmán Pinilla

El estudio más reciente, que el Instituto Geográfico Agustín Codazzi (Igac) y el Instituto de Recursos Biológicos Alexander Von Humboldt publicaron, se encuentra un informe de una investigación que comenzó en 2013, en el cual decían que el área total de los páramos en Colombia era de 2,9 millones de hectáreas, de las cuales 20% del territorio ha sido intervenido, principalmente por las actividades agropecuarias, lo que quiere decir que serían entre 500.000 hectáreas o 600.000 hectáreas. 

Los cultivos que hacen presencia en estas zonas son principalmente la papa, cebolla larga y la arveja, aunque algunos expertos consultados por LR dicen que la zanahoria también tiene participación en estas zonas especiales.  

Carlos Sarmiento, director de investigaciones en los páramos del Instituto Von Humboldt, afirmó que los agricultores ven diferentes beneficios en estos territorios, por ejemplo “los cultivos como la papa, por el calentamiento global, cada año se siembran a una mayor altura, además los suelos son bastante benéficos para los productos por sus características, pero los fertilizantes matan sus propiedades”.

En cuanto a la ganadería los efectos pueden ser más drásticos. El problema con los gases de efecto invernadero de los animales pueden ser mayores si son medidos en dióxido de carbono (CO2), en comparación con cualquier otra actividad. 

Según informes de entidades como la Organización de las Naciones Unidas (ONU) y el Banco Mundial, la participación de estos gases sería de 18% y 51%, respectivamente.

Juan Antonio Nieto, director del Igac, comentó que esta investigación se realizó con el fin de conocer un poco más de los páramos y lograr que en un futuro próximo se puedan delimitar estas zonas en Colombia. “Encontramos una serie de actividades que podían generar deterioro al ecosistema. Cultivos de papa, cebolla larga, ganadería libre pastando, minería legal e ilegal, que estaban afectando directamente a los páramos”, puntualizó Nieto.

Y es que la agricultura informal es uno de los retos que tienen los gremios del sector en el país, así como la cartera del Ministerio de Agricultura. 

Al respecto, Rafael Mejía, presidente de la Sociedad de Agricultores de Colombia (SAC), dijo que “nosotros hemos dicho que los páramos se deben defender a toda costa, pero hay gente que está en estas zonas desde hace muchos años realizando actividades agropecuarias, por tradición y beneficios”.

El presidente de la SAC agregó que “estas personas no se pueden sacar de allí de un momento a otro, primero hay que trabajar en temas como la reubicación y la adaptación en otras zonas del país, lo cual tienen que hacer conjuntamente el Gobierno y los habitantes de los páramos”.

Comparando la afectación de la minería con la agricultura y la ganadería, lo que recomiendan los expertos es trabajar en el tema de los cultivos porque el efecto es mayor.

La opinión

Juan Antonio Nieto
Director del Instituto Geográfico Agustín Codazzi
“Los páramos son fábricas de agua por naturaleza. Cuando hicimos un estudio con el Instituto Von Humboldt, la agricultura estaba afectando en gran medida”.