Comercio

Las zonas francas solamente exportan 11,2% del total de los productos que producen

En los últimos seis años, las salidas pasaron de representar cerca de 20% del neto, a tan solo un poco más de 11% en lo que va de 2022

Juan Pablo Vargas Cuellar

Que la zonas francas cumplan con su objetivo de exportar es una de las propuestas que más ha resaltado de la última reforma tributaria presentada al Congreso de la República. Según el ministro de Hacienda, José Antonio Ocampo, cerca de 80% de las ventas desde estas zonas tienen como objetivo el comercio local.

Un primer punto sería la contracción de las exportaciones. Cifras del Dane muestran que para junio de 2022 las zonas francas exportaron US$180,9 millones, con lo que se habrían disminuido cerca de 19,9% versus lo registrado en junio de 2021. Los número rojos también estarían presentes al comparar el ejercicio de años anteriores.

Frente a estas cifras, Ocampo afirmó a finales de julio, durante una conferencia en la Universidad Sergio Arboleda, que estas zonas no están cumpliendo con su objetivo, el cual es exportar, pues solo 25% del total estaría yendo al mercado exterior.

Los reportes de movimientos desde estas zonas libres de aranceles (los cuales publica el Dane mensualmente) muestran un panorama similar. Desde 2016 las salidas que registró la entidad para el ‘resto del mundo’ llegaron a US$3.657 millones, lo que sería 17,4% del total de dicho año.

LOS CONTRASTES

  • Javier DíazPresidente de Analdex

    “Si bien es cierto que el país debería exportar más desde las zonas francas, no se debe olvidar que es desde allí de donde salen más de la mitad de las exportaciones netas nacionales”.

  • Allison GóngoraConsultora senior de la firma JHR & Asociados

    “La idea del plan de internacionalización es buena. Lo que no es viable es acabar con estas figuras que aportan tanto a la economía del país, no solo desde las ventas sino también desde el empleo”.

Dentro de esta cifra, según la descripción de la categoría, también podrían contemplarse las operaciones de bienes procesados o transformados por un usuario industrial de zona franca, mercancías almacenadas, mercancías (diferentes a maquinaria y equipo) sobre las cuales se facturó un servicio, entre otras.

Como contraste, las salidas registradas como a ‘Territorio Aduanero Nacional (TAN)’, llegaron a US$16.548 millones en ese mismo año. Esto representó cerca de 78,9% y por ende superó más de las tres cuartas partes de las salidas totales de las zonas francas en dicho año.

A lo largo de estos últimos años, la brecha entre rubro y rubro se ha venido incrementando. Solo en lo que va de 2022 hasta junio, las salidas al resto del mundo representan solo 11,2% del total, un monto cercano a US$1.964 millones, mientras que las que lo hicieron a territorio local superaron los US$14.987 millones, es decir, más de 85,3% del total de los registros.

Los otros tipos de salida que se contemplan en los reportes y los cuales completan el faltante para alcanzar 100%, son las salidas de zona franca a zona franca y las efectuadas a usuarios de la misma a espacios de la misma categoría. Estas representaron 2,4% y 1,1% para lo que va de 2022 hasta junio y 1% y 3% para todo 2016.

La diferencia va en ascenso

Si se revisa el histórico de la diferencia entre exportaciones y ventas en el mercado local, las cifras dadas por Ocampo en su conferencia se pueden quedar cortas cuando se observa la evolución de estos datos. Para 2017 se presentó una disminución en la cifra de salidas al resto del mundo y las salidas a TAN se mantuvieron en el mismo rango de distribución.

En 2018 y 2019, en cambio, sí hubo un aumento paulatino y considerable en estos montos. Pues lo que se puede tomar como exportaciones llegó a representar 15,3% y 14,1% respectivamente. Mientras que las salidas a TAN llegaron a ser .80% y 81,8% del neto, respectivamente.

La diferencia se siguió ampliando para 2020 y 2021, pues ambos porcentajes terminaron 2021 en 12,5% y 84,4%. Esto dejó espacio para que las ventas internacionales no ocuparan ni las dos décimas partes de lo vendido ese año desde dichas zonas.

Bajón en la competitividad

Al gozar de beneficios importantes como una tarifa de renta menor a la corriente, Ocampo alega que de no exportar, estas zonas francas “no estarían sirviendo para lo que fueron creadas”. Y, en cambio, solo distorsionarían el mercado local por sus beneficios.

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