"El capital fósil no debe seguir adelante, los pueblos del mundo deben detenerlo ya"
martes, 24 de septiembre de 2024
El presidente Gustavo Petro participó este martes en la Asamblea General de Naciones Unidas. Llamó a acabar el capital fósil
El presidente de Colombia, Gustavo Petro, participó en la Asamblea General de las Naciones Unidas en su sesión número 79. Durante su intervención, mencionó un párrafo escrito por su hija, en el que describió a Colombia como “el corazón de la tierra”. Con esta cita, buscó resaltar la importancia de la unidad, la paz y la protección de los recursos naturales.
Petro utilizó este mensaje para introducir sus reflexiones sobre la necesidad de un cambio en las dinámicas globales que afectan tanto a la humanidad como al medio ambiente.
El mandatario colombiano centró gran parte de su discurso en la crisis climática y la influencia que tienen las grandes potencias mundiales sobre el destino de la humanidad. Según Petro, el poder en el mundo ya no depende de sistemas económicos o políticos, sino de la capacidad de destrucción militar.
Explicó que aquellos países que no poseen este poder, como Colombia, son ignorados en discusiones cruciales, entre ellas, conflictos como el cambio climático y los conflictos armados.
En relación con el cambio climático, Petro destacó que el planeta enfrenta una situación alarmante. Citó la quema de 11 millones de hectáreas de la selva amazónica en el último mes y advirtió que esta situación podría llevar al planeta a un punto de no retorno. Insistió en que, para enfrentar esta crisis, es necesario que las naciones actúen de manera conjunta y que se adopten políticas energéticas responsables.
El presidente Gustavo Petro también criticó la desigualdad global, explicando que 1% más rico de la población mundial tiene una gran responsabilidad en la crisis climática actual. Señaló que estos actores se oponen a la transición hacia energías limpias, lo que agrava el problema y dificulta la adopción de soluciones a largo plazo.
Petro mencionó específicamente la situación en Gaza, calificando los eventos allí como un genocidio, y criticó que “una minoría de presidentes que pueden detener el bombardeo no nos escuchan”. Según el mandatario, estos líderes no atienden las solicitudes de paz ni las demandas de los pueblos afectados por estos conflictos.
El jefe de Estado dijo que los ataques de Israel contra Palestina como una manifestación de control sobre la humanidad a través del terror. Según su discurso, la situación de la guerra en Gaza representa una muestra de cómo las potencias buscan dominar el mundo con el poder bélico.
Petro indicó que “el pueblo de Dios no es el pueblo de Israel, no es el pueblo de los Estados Unidos de Norteamérica, sino que es la humanidad toda, y los niños de Gaza eso eran humanidad, el pueblo elegido de Dios”. Con estas declaraciones, hizo un llamado a replantear la manera en que las naciones más poderosas ejercen su influencia en el ámbito internacional.
En su discurso, abordó la necesidad de implementar mecanismos globales para cambiar la relación entre deuda y acción climática.
Reiteró su propuesta de que las naciones más ricas deberían cambiar los compromisos de deuda por acciones concretas para mitigar los efectos del cambio climático, y lamentó que “si pedimos que se cambie la deuda por acción climática, no nos escuchan las minorías”.
Además de la crisis ambiental, también habló sobre el uso de combustibles fósiles y sus consecuencias en el planeta. En este sentido, hizo un llamado urgente para detener lo que llamó el “capital fósil”, indicando que “el capital fósil no puede seguir adelante”.
Explicó que los pueblos deben unirse para detener el uso de combustibles fósiles, ya que estos contribuyen al deterioro de la atmósfera. El mandatario afirmó que “el veneno arrojado en la atmósfera es fatal y las chimeneas que lo emiten deben detenerse”.
Petro propuso que “cada rincón del mundo” se convierta en un escenario de lucha contra las emisiones de carbono. El presidente colombiano señaló que no se puede continuar con el modelo actual de desarrollo energético basado en combustibles fósiles, ya que sus efectos son perjudiciales para la humanidad y el planeta.
Para cerrar su intervención, hizo un llamado al resto de países del mundo para asumir un papel más activo en la defensa del planeta y en la promoción de un cambio global.