HACIENDA

Los sectores que menos tiene en cuenta el Dane para medir el IPC

Colprensa

En el total nacional, el rubro de vivienda tiene el mayor peso (30,09%); seguido del gasto de alimentos (28,21%); y transporte (15,19%).

Noelia Cigüenza Riaño

El director del Departamento Administrativo Nacional de Estadística (Dane), Mauricio Perfetti, tiene la tarea titánica de procesar cada mes la información de precios de 181 artículos que se desprenden de nueve grupos de gasto, 34 subgrupos y 88 clases y hacerle el seguimiento a más de 436 productos en los principales establecimientos como supermercados, tiendas de barrio u otros comercios especializados en vender o prestar servicios en las 24 ciudades principales del país.

Mucho se ha cuestionado en los últimos años dónde merca verdaderamente este organismo estadístico para construir el Índice de Precios al Consumidor (IPC). El propio gerente del Banco de la República, Juan José Echavarría, se mostraba incrédulo hace unos meses con la noticia de que el costo de vida de los colombianos fue de 4,09% en 2017, en parte, por el incremento registrado en diciembre en el grupo diversión con 4,0%, producto de las boletas de la final del fútbol colombiano celebrada en Bogotá.

Pero ¿qué tan posible es que si uno de los gastos básicos se dispara afecte la inflación total? La respuesta dependerá del peso que tenga cada uno de los productos. Y es que la metodología del Dane se basa en un sistema de ponderaciones a partir de la información recolectada por la Encuesta de Ingresos y Gastos (2006-2007) que permite promediar las variaciones individuales de los precios de cada artículo constitutivo de esa canasta en función de las ciudades y de los estratos.

En el total nacional, el rubro de vivienda tiene el mayor peso (30,09%); seguido del gasto de alimentos (28,21%); y transporte (15,19%). Detrás, le siguen el grupo de otros gastos (6,35); educación (5,73%); vestuario (5,16%); comunicaciones (3,72%); diversión (3,10%); y salud (2,43%).

Mientras que el rubro de alimentos tiene nueve subgrupos; el de vivienda siete; el de otros gastos tiene cuatro; educación, salud, diversión y vestuario cuentan con tres; el de transporte dos y el de comunicaciones uno. Además, en todos ellos hay productos con ponderaciones diferentes.

LOS CONTRASTES

  • Camilo Andrés DuránAnalista Research de Credicorp Capital

    “La inflación de alimentos es más nociva para los estratos bajos. Un pequeña variación en los precios les afectará más porque el peso de este gasto es mayor en ellos”.

  • Fabían GarcíaEconomista Senior de Bbva Research

    “Los rubros de mayor peso son vivienda y alimentos y el que tiene menor ponderación es el de salud. Además, las participaciones cambian en función del nivel de ingresos”.

De este modo, un cambio abrupto en el precio de uno de los artículos que más pesa dentro de la canasta podrá elevar la cifra de inflación. Por ejemplo, si varía el gasto de ocupación (20,33%), transporte personal (8,39%), comidas fuera del hogar (8,07%) o combustibles (6,31%) que son los subgrupos que más pesan.

Por estratos, también se encuentran numerosas diferencias, especialmente en alimentos y transporte. “En un hogar de ingresos bajos $35 de cada $100 se va para alimentos, mientras que en los altos solo $18 y, a nivel nacional, $28”, explicó Fabián García, economista senior de Bbva Research.

Por su parte, Camilo Andrés Durán, analista research de Credicorp Capital, manifestó que las variaciones en los precios de transporte le afectan más a los hogares con ingresos altos pues 23% de lo que se gastan va para este rubro. “Estas personas viajan más en transporte personal que es el que tiene más peso”, puntualizó.

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