Economía

El asesinato de Murcia reviviría la ‘guerra verde’ por US$127 millones

Merian Araujo

La guerra por el negocio de las esmeraldas en Colombia, que en la historia más reciente tiene unos 100 años, aún no termina.

El asesinato del reconocido esmeraldero Luis Murcia Chaparro, que se dio el jueves en Cundinamarca, se suma a una serie de delitos que se han cometido en los últimos años, en medio de la lucha para quedarse con un negocio que mueve más de US$127 millones al año.

La muerte de Murcia ha aumentado los cuestionamientos sobre la violencia que todavía azota a este sector, pese a que en 1990 se firmó un acuerdo de paz entre los productores que se concentraban en el occidente del departamento.

“Esto es un hecho que se suma a otros conocidos y muestra la necesidad de entrar a regular el campo esmeraldero, que ha venido de capa para atrás hace una década”, señaló Eduardo Chaparro, analista minero.

Germán Forero, gerente de la Asociación Colombiana Productores de Esmeraldas Colombianas (Aprecol), se limitó a decir que “sí es una amenazan” para la paz del sector, que estos asesinatos continúen.

Una larga historia
A comienzos de los años 80, el negocio de la esmeralda movía más de US$300 millones al año. Esto atrajo el interés de traficantes y líderes de grupos al margen de la ley, como Gonzalo Rodríguez Gacha, alias ‘El Mexicano’, quien estuvo involucrado con el Cartel de Medellín y Pablo Escobar.

Esto recrudeció una lucha de años pasados, para quedarse con el control de las minas. Algunos registros señalan que más de 3.000 personas, entre productores y pobladores de esas comunidades, fueron asesinadas.

Cuando ‘El Mexicano’ cayó en 1989, se inició un proceso de conciliación que terminó con la firma de la paz en junio de 1990. Luis Murcia, también conocido como ‘El Pequinés’, fue uno de los que se sentó en la mesa.

Desde entonces, el sector intentó recobrar su impulso, pero los constantes ataques y la falta de atención del Gobierno se sumaron a la caída de la producción.

La extracción de la piedra llegó a nueve millones de quilates en 2004, mientras que el año pasado fue de 2,62 millones de quilates que movieron más de US$127 millones en exportaciones, además de la demanda interna. Esa variación se traduce en una fuerte caída de más de 70%.

El viceministro de Minas, César Díaz, ha dicho que ya hay un impulso del Gobierno para formalizar a los productores y ayudarlos a retomar el crecimiento, pues hay mucho suelo por explorar.

Pese a eso, Luis Gabriel Angarita, presidente de Asociación Colombiana de Exportadores de Esmeraldas (Acodes), cree que este año van a tener una contracción de 5% frente a 2013. Entre otros temas, eso se deberá a que Zambia se ha convertido en una fuerte competencia y uno de los principales productores del mundo.

Sobre estos temas, LR también intentó comunicarse Óscar Baquero, presidente de Fedesmeraldas, pero no fue posible, pues el directivo se encuentra fuera del país.

La opinión

Eduardo Chaparro
Analista minero

“El sector esmeraldero está reclamando hace mucho tiempo un reconocimiento, una actuación definida del Estado para proteger esta actividad”.