La inflación siguió impulsando a la baja la confianza del consumidor, reveló el Dane
jueves, 26 de mayo de 2022
El pesimismo se enmarcó por menores perspectivas de la economía para los próximos 12 meses. Uno de cada cuatro cree que empeorará
El Departamento Administrativo Nacional de Estadística (Dane), informó que el Indicador de Confianza del Consumidor había llegado a 34,7 durante abril, lo que representa una caída de 0,6 puntos. Este está asociado principalmente por el futuro de la economía del hogar.
Este indicador particularmente ha mostrado un importante retroceso durante los últimos meses, así como el referente a la situación del país. “Nos retrocede hasta el nivel de julio de 2021”, explicó Juan Daniel Oviedo, director del Dane. Estos datos son más bajos que los de cierre de 2021. Por ejemplo, en octubre, alcanzó 40,19, siendo la mayor confianza del año. Desde entonces ha venido en descenso, marcado especialmente en enero cuando su variación mensual fue de -3,36.
Al desagregar por ciudades, se encuentra que Cúcuta, Medellín e Ibagué son las que lideran la confianza, con 43,9, 41,5 y 40,6 respectivamente. Por el contrario, Sincelejo (30,4), Riohacha (27,1) y Cartagena (24,7) se encuentran en el extremo opuesto con la mayor incidencia hacia el pesimismo.
Este retroceso está explicado en parte por factores como la inflación que han venido en aumento desde el año pasado. De hecho, en abril alcanzó 9,23% en su dato anual, convirtiéndose en el registro más alto en 21 años.
El impacto de esta cifra se refleja en la respuesta a la cuestión de cómo se ve la situación de su hogar frente hace 12 meses, a la que 46,3% de los hogares afirman que es peor o mucho peor. “En primer lugar, esto es una mejora frente al año anterior en abril, porque es una reducción de casi 18 puntos de prevalencia frente al pesimismo de hace 12 meses”, señaló Oviedo.
En las perspectivas a futuro, 26,4% de los jefes de hogar consideran que la condición de su hogar va a ser mejor o mucho peor. El empeoramiento que visualizan los hogares está marcado por 30,9% del total, que esperan que su situación sea o peor o mucho peor.
Y no solo este factor influye. La perspectiva a futuro de la economía nacional muestra resultados similares, con más inclinación hacia el pesimismo, ya que uno de cada cuatro hogares considera que en los próximos meses la situación va a ser peor.
Con respecto a la adquisición de bienes básicos, 62,3% manifestó no tener posibilidad de adquirir artículos de primera necesidad, según la encuesta Pulso Social del Dane.
“Eso significa que dos tercera partes tiene limitaciones para adquirirlos, un elemento que también se aterriza en bienes semidurables, ya que 74% de los hogares no manifiesta tener menores posibilidades”, señaló el director del Dane.
La encuesta de la entidad reveló también que 83,7% considera que los precios van a continuar en aumento o bien al mismo ritmo que abril o más alto. “Estamos expresando expectativas inflacionarias muy elevadas”, destacó Oviedo. Comparado con marzo, esta perspectiva es estable, lo que es consecuente con la relativa estabilidad que se ha dado en la inflación.
La inflación estaría explicando parte de este comportamiento, teniendo en cuenta que ha tenido un aumento considerable en los últimos meses. “La inflación ha tenido impacto sobre la confianza de los hogares debido al menor poder adquisitivo, es decir, los ingresos reales vienen reduciéndose”, asegura Juan Camilo Pardo, analista de Corficolombiana.
Un factor que también estaría generando menor confianza son las elecciones presidenciales. De acuerdo con Pardo esto genera incertidumbre entre los hogares, por lo que afecta su perspectiva. Esto implica que haya una aversión al riesgo, por lo que el consumo se puede ver afectado también.
Al analizar los datos por sexo, se encuentra que las mujeres tienen una perspectiva más pesimista que los hombres. Entre mujeres, el indicador se ubica en 34,2, mientras que para los hombres este es de 35,4.
El consumo sigue creciendo pese a mayor inflación y pesimismo
Uno de los impactos en la economía de la mayor desconfianza es su efecto en el consumo de los hogares. Para abril, el Dane mostró que 62,3% de los jefes de hogar aseguran tener menos capacidad para adquirir bienes de primera necesidad y están en menor disposición a comprar bienes semidurables. Pese a ello, la recuperación del empleo está mitigando el impacto de la inflación y el pesimismo, destaca un informe de la Dirección de Investigaciones Económicas de Bancolombia.